Rev. Fac. Agron. (LUZ). 1998, 15: 283-293
Documento:
Experiencias sobre evaluaciones agronómicas en pequeñas parcelas en
Cuba1
Document:
Experiences in small plot agronomic evaluation in Cuba
Recibido el 27-10-1997lAceptado el
06-12-1997
1. Conferencia presentada en la XV Reunión Latinoamericana de Producción Animal y IX
Congreso Venezolano de Zootecnia en Maracaibo, Venezuela, noviembre de 1997.
2. Estación Experimental de Pastos y Forrajes "Indio Hatuey", Matanzas, Cuba
I. Hernández V.2
Resumen
La adaptación de germoplasma a las condiciones de clima, suelo, plagas
y enfermedades de una región, área o localidad es el punto de partida lógico de
cualquier programa de investigación en pastos. En Cuba, al igual que en otros países, en
la primera etapa de investigación se enfatizó en la introducción de nuevas especies y
variedades de pastos procedentes de otros países. Por esta vía se han logrado algunas
variedades, especialmente de gramíneas, de un mayor potencial en producción, valor
nutritivo, adaptación al medio, producción animal y otros rasgos en los que superan a
los pastos naturales y mejorados que se empleaban anteriormente. En la Estación
Experimental de Pastos y Forrajes "Indio Hatuey" se han obtenido 29 variedades
comerciales, seleccionadas a partir de la introducción y selección de amplias
colecciones de germoplasma forrajero. Ello representa la adquisición de una variedad
comercial por cada 142 introducciones, lo cual es comparable con la proporción de
introducciones exitosas de los EEUU, que era de 1 por cada 250. El esquema general de
trabajo de introducción de pastos en Cuba concibe las evaluaciones agronómicas de
germoplasma forrajero en dos etapas: 1) evaluación agronómica primaria (parcelas de
observación o banco de genofondo); 2) evaluación con cortes o bajo pastoreo simulado. El
objetivo del presente trabajo es analizar la metodología de trabajo que se emplea en esas
etapas y señalar algunos de los resultados alcanzados en Cuba en la selección de las
variedades de pastos apropiadas para estructurar los agroecosistemas ganaderos cubanos.
Palabras claves: pastos, programas de investigación, evaluación de germoplasma.
Abstract
The adaptation of germplasm to the climatic, soil, pest and health
conditions in a particular region, area or locality is a logical beginning point for any
research program in pasture grasses. In Cuba, as in all countries, the first stage of
research enphasises the introduction of new species and varieties of pasture grasses from
other countries. By this method, some varieties, especially in grasses, of higher
production potential, nutritional value, environmental adaptation, animal production and
other characteristics in which they surpass natural and improved grasses, can be
introduced. In the Pasture and Forrage Experimental Station "Indio Hatuey" 29
commercial varieties of grasses have been selected through introduction and sellection
techniques of sample pasture germplasm collections. This represents an aquisition rate of
one variety for every 142 introduced, which is comparable to successful introduction
programs in the United States which was one per 250. The general pasture grass
introduction programs in Cuba conceive the agronomic evaluation of germplasm in two
stages: 1) primary agronomic evaluation (observation of plots or gene banks) and 2)
evaluation of cuttings under simulated pasture conditions. The objective of this paper is
to comment on the work methodology which is used in these stages, and to point out some of
the results obtained in Cuba in the sellection of the pasture grass varieties appropriate
for the structure of the cuban cattle-raising ecosystems.
Key words: pasture grass, research programs, germplasm evaluation.
Metodología de trabajo en las evaluaciones agronómicas primarias
Una vez que se realiza la introducción de pastos a partir de
exploraciones nacionales o introducciones del extranjero (recepción y cuarentena), se
producen las evaluaciones primarias, que para su ejecución cuentan con una metodología
desarrollada por un grupo de investigadores de la Estación Experimental de Pastos y
Forrajes "Indio Hatuey" y enriquecida con las experiencias de otros centros de
investigación de Cuba y del mundo.
Para las evaluaciones agronómicas primarias o fase I se tienen en
cuenta una serie de requisitos como son:
A) Caracterización de la zona escogida para realizar la evaluación
del material. Para este fin, se tomarán en consideración los siguientes aspectos: 1)
Ubicación geográfica, altitud y records históricos de las precipitaciones, temperatura,
evaporación y humedad relativa (incluyendo las del periodo experimental); 2) Tipo de
suelo (utilizando la clasificación oficial del Instituto de Suelos), pH y otras
características físico químicas del suelo.
B) Parcelas. Se utilizarán parcelas sencillas (sin
repeticiones) de 3,0 x 2,0 m, orientadas de este a oeste. De cada parcela se cosechará
semilla durante el establecimiento y se dejarán 2,0 m para este fin durante el periodo de
evaluación, así como para realizar cualquier tipo de caracterización (morfológica y/o
fenológica) del material. Los 4,0 m restantes serán utilizados para ejecutar las
mediciones y estimaciones previstas.
C) Tratamientos. El número de tratamientos estará en
función del número de accesiones obtenidas. Sin embargo, no se justifica la evaluación
de menos de 15 accesiones (excepto en casos muy especiales). Se podrán evaluar
"varias colecciones pequeñas", conformadas por accesiones de especies del mismo
género o cuyo comportamiento sea muy similar. De lo contrario, se justifica esperar la
entrada, obtener o hacer la colecta de un mayor número de individuos.
Establecimiento. El establecimiento de las gramíneas y las
leguminosas herbáceas debe ocurrir en un periodo comprendido entre 6 y 10 meses. No
obstante, el criterio que se tomará en consideración será cuando tengan entre un 60 y
un 80% de su área cubierta en el caso de las gramíneas rastreras y de las leguminosas;
para las macollosas, cuando la población alcance un buen desarrollo (altura, número de
hijos/planta) y diámetro de la macolla aceptable, así como que haya arribado, al menos
una vez, a la fase generativa de producción de semillas.
Si se considera necesario, se llevará a cabo una descripción
morfológica de todas las accesiones que conforman estos ensayos (excepto las de material
nacional caracterizado). Los resultados obtenidos en esta descripción servirán para
validar, en muchos casos, los alcanzados en el procesamiento de la infomación de las
mediciones y estimaciones realizadas durante el periodo de establecimiento y el de
explotación. En la descripción se caracterizarán las hojas, los tallos, la
inflorescencia y los frutos.
Evaluación. Una vez concluida la etapa de establecimiento, se
procederá a evaluar cada accesión establecida. No se evaluará una accesión mientras
esta no cumpla el indicador prefijado como pasto establecido, es decir, entre un 60 y un
80% del área cubierta. En el casos de las accesiones que no cumplan este requisito,
debido a su mala germinación, se procederá a cosechar su semilla, se reingresará al
germoplasma y se evaluará en otro momento. Las accesiones cuya semilla germinó bien pero
no cumplan este requisito, por su mal comportamiento durante el periodo de
establecimiento, serán valoradas como una accesión poco adaptada; de estas se cosechará
semilla para germoplasma.
Cortes. En el manejo de los cortes se tendrá en consideración
la especie de planta (según familia), el tipo de suelo y las condiciones climáticas del
área o zona en cuestión. El periodo de explotación será de un año, independientemente
del periodo de establecimiento.
Mediciones. Las mediciones y/o estimaciones que se efectuarán
durante el periodo de establecimiento (en esta fase) son: germinación, vigor de la
planta, hojosidad, daños causados por plagas y enfermedades, cobertura y población,
altura de la planta y fenología. Durante el periodo de explotación se tomarán en
consideración: vigor de la planta, daños causados por plagas y enfermedades,
composición botánica, rendimiento de biomasa, relación hoja-tallo, altura del pasto y
fenología.
Análisis de los datos. En el procesamiento de los resultados,
para la selección de los individuos o accesiones sobresalientes, así como para la
discriminación de las de peor comportamiento, se recomienda el empleo de los métodos
multivariados (análisis de componentes principales, análisis de conglomerados u otros).
También pueden emplearse otros métodos de análisis, para aquellos
indicadores que el investigador considere de mayor importancia o que manifiesten una
amplia variabilidad de acuerdo con el análisis de componentes principales.
Las mejores accesiones, por cualquiera de estos métodos, serán
aquellas que refinan la mayor cantidad de indicadores con calificación favorable,
considerándose excluibles todas las dañadas de un modo moderado a severo o
prácticamente exterminados por una plaga o enfermedad, o que posean características
negativas como respuesta al medio en que se desarrollan (incluyendo la explotación).
Los comparaciones se realizarán contra el testigo utilizado, que
preferentemente deben ser variedades comerciales de pastos; de no existir ésta, se
compararán los valores para cada accesión y cada indicador, con la media poblacional de
ese indicador.
Para la creación de las bases de datos se tomarán en consideración
los valores de los indicadores medidos o estimados, en el caso de los indicadores
germinación y cobertura (durante el establecimiento) se tomará el valor final y para los
restantes indicadores el valor promedio.
Metodología de trabajo en las evaluaciones agronómicas con corte y
pastoreo
La fase de evaluación con corte y pastoreo constituye uno de los
eslabones fundamentales del flujo varietal. En esta se efectúa la segunda selección del
material interés y se determinan los individuos élite que deben conformar el flujo de
variedades.
Esta fase tendrá una duración de 2 años como mínimo (después del
periodo de establecimiento) y el material a evaluar será el que fue previamente
seleccionado en la fase de evaluación primaria o los materiales excepcionales. Estos
últimos pueden estar conformados por: 1) accesiones foráneas introducidas, de las cuales
se posee información de su valor potencial para caracteres de interés o condiciones
específicas; 2) material colectado nacionalmente con características morfológicas muy
sobresalientes o recogido en ambientes interesantes desde el punto de vista edáfico,
climático y ecológico; 3) accesiones colectadas y evaluadas por otras instituciones
nacionales y que presentan un buen valor forrajero; 4) accesiones introducidas desde el
extranjero por funcionarios de los ministerios, empresas u otros organismos.
En las evaluaciones agronómicas con corte o pastoreo o fase II se
tienen en cuenta una serie de requisitos que son:
A. Caracterización de la zona seleccionada para realizar la
evaluación del material seleccionado. Se tomarán en consideracián los
aspectos descritos en la fase I.
B. Diseño. Se empleará, preferentemente, el bloque al
azar, con no menos de 3 repeticiones. En caso de evaluar 12 tratamientos o más se
realizará una modificación a los bloques (cada réplica estará conformada por dos
franjas). En las áreas con suelo muy heterogéneo o con 6 tratamientos o menos se
utilizará un diseño más adecuado.
C. Tratamiento. El número de tratamientos no debe superar las
20 accesiones y tampoco menos de 8 (5 o 6 sólo cuando se justifica). Los tratamientos
podrán estar conformados por accesiones de más de una especie con hábitos similares. En
todos los casos se utilizará el mismo testigo utilizado en fase I (en función del
material que se está evaluando) o se escogerá la mejor accesión preseleccionada en esta
fase como testigo.
D. Fertilización. No se aplicará fertilización.
Siembra o plantación. Para la evaluación de gramíneas o
leguminosas como cultivo puro (caso muy excepcional) se utilizarán las densidades
recomendadas. Si se emplea semilla vegetativa, se usarán porciones de macollas con 5 a 10
hijos o esquejes con 3 a 5 yemas. Para el caso de asociaciones se sembrarán a la vez
tanto las gramíneas como las leguminosas.
Establecimiento. El criterio para el establecimiento de
gramíneas y leguminosas puras no difiere del expuesto en fase I. La asociación se
considerará establecida cuando la parcela posea entre el 70 y el 80% del área cubierta o
más (en la mayoría de los tratamientos a evaluar) y la leguminosa se encuentre en una
proporción superior al 40,0% de las composición florística. La aplicación o no de
cultivo, para eliminar las malezas, estará en dependencia de las características del
ensayo. En asociaciones, generalmente, las accesiones de leguminosas se evaluarán con una
variedad común de gramínea y viceversa en las accesiones de gramíneas.
Evaluación. En gramíneas y leguminosas puras se observarán
criterios idénticos a los seguidos en fase I. Se procederá de igual forma con la semilla
de las accesiones que no germinan bien o mantengan un mal comportamiento.
En gramíneas y leguminosas asociadas que son explotadas con pastoreo
simulado, no se prefija en esta metodología ninguno de los factores que definen su
manejo: tiempo de reposo, tiempo de ocupación e intensidad de pastoreo (carga
instantánea x días de estancia), así como tampoco la carga global. Estos aspectos
estarán en dependencia de la naturaleza del material a evaluar, las condiciones
edafoclimáticas existentes en las zonas escogidas y la experiencia existente en el manejo
de las especies.
Mediciones. Las mediciones y/o estimaciones durante el periodo
de establecimiento son: germinación, vigor de la planta, cobertura o población, altura,
fenología y daños causados por plagas y enfermedades. Durante la explotación se
tendrán en cuenta: vigor de la planta, daños causados por plagas y enfermedades,
composición botánica, altura antes y después de entrar los animales, disponibilidad,
residuo, rendimiento real (opcional), consumo y porcentaje de utilización, relación
hoja-tallo, composición química (cuando se justifique), habilidad asociativa y capacidad
de invasión.
Análisis de los datos. El procesamiento de los resultados y los
testigos a utilizar, se ajustan a los descritos en fase I; con las variables más
destacadas se utilizará el análisis de varianza.
Para que una accesión sea seleccionada para ser insertada en el flujo,
debe ser convincentemente mejor que el testigo para uno o varios caracteres
agroproductivos de importancia, incluyendo la adaptabilidad a ambiente estresantes.
Evaluaciones agronómicas de árboles forrajeros en pequeñas
parcelas
La utilización de árboles y arbustos en la producción ganadera
significa un enfoque nuevo en las metodologías de evaluación de forrajes. En este
sentido, para que un árbol o arbusto sea considerado forrajero debe poseer diversos
atributos iniciales que lo hagan diferente a las gramíneas y leguminosas herbáceas.
Dichos atributos son: 1) que su consumo por los animales sea adecuado como para esperar
cambios en los parámetros de respuesta; 2) que el contenido de nutrimentos sea atractivo
para la producción animal; 3) que sea tolerante a la poda; y 4) que se puedan obtener
niveles significativos de producción de biomasa comestible por unidad de área (1).
Dentro de los trabajos más coherentes sobre evaluaciones agronómicas
de árboles están los desarrollados en el CATIE (1) y en el CIPAV (4). Dichos estudios
tratan sobre la identificación y caracterización de especies leñosas con potencial
forrajero; las evaluaciones sobre producción de biomasa comestible; los métodos de
siembra (por estacas); la evaluación de asociaciones de árboles leguminosos con
gramíneas (como forraje o como abono verde); la intensidad, momento y frecuencia de las
defoliaciones; la fertilización (química y orgánica) y la determinación de técnicas
de plantación que permitan la conservación del suelo en áreas con problemas de
erosión.
En Cuba los estudios en árboles y arbustos están dedicados
principalmente a especies que se desarrollan por semilla sexual. Las accesiones de plantas
conocidas, como L. leucocephala y otras especies arbustivas o arbóreas
(leguminosas o no) se llevan preferiblemente a fase de vivero y no se realiza su
caracterización en campo. Con posterioridad las plantas pasan a fase I (selección para
diversos objetivos) y reproducción de semilla; las accesiones más destacadas son
evaluadas en fase II siguiéndose la misma metódica indicada en los acápites anteriores.
Paralelamente se pueden llevar a efecto algunos estudios complementarios sobre toxicidad,
contenido de taninos u otros.
Resultados obtenidos con la evaluación agronómica de pastos en Cuba
Con el programa de introducción de pastos en Cuba se lograron evaluar,
en el periodo comprendido de 1962-1995, más de 5000 especies de plantas de interés
forrajero (cuadro 1), garantizándose el material biológico para los posteriores estudios
de evaluación (5).
Los resultados alcanzados en la valoración y selección del material
escogido para estos fines a partir del amplio volumen de material introducido y los datos
de cientos de investigaciones complementarias efectuadas, permitieron que el Servicio de
Inspección y Registro de Variedades del Ministerio de Agricultura de Cuba aprobaran 29
variedades comerciales pastos y forrajes, de estas 17 gramíneas y 12 leguminosas (cuadro
2).
En la obtención de estas variedades de pastos y forrajes se
desarrolló un amplio programa de investigación, en el cual tuvieron participación otros
centros de investigación del país y algunas empresas agropecuarias. Esto comprendió la
puesta en marcha de 56 ensayos en 24 localidades representativas de los ecosistemas
ganaderos de Cuba (con uno o más ensayos), incluyendo Indio Hatuey y se encontró un
amplio rango de adaptación para las especies de gramíneas y leguminosas.
Los resultados de las evaluaciones realizadas a las gramíneas
mostraron que todas las variedades, independientemente de su hábito de crecimiento y modo
de reproducción (cuadro 3), pueden alcanzar (con un buen manejo) un potencial medio de
producción de biomasa que fluctúa entre 15,6 y 22,1 t de MS/ha/año cuando se riegan y
se fertilizan, entre 9,8 y 16,0 t de MS/ha/año en secano y fertilizadas en lluvia; y
entre 9,0 y 11,0 t de MS/ha/año (sin incluir las erectas) en secano y sin fertilización
(cuadro 4).
En cuanto a las leguminosas, 7 variedades son herbáceas: L. purpureus cv. Rongai, M. sativa cv. Gilboa Africana, S. guianensis CIAT-184, T. labialis cv. Semilla Clara, M atropurpureum cv. Siratro, Centrosema híbrido CIAT-438 y Arachis postrata y 5 son arbóreas: L. leucocephala cvs.
Cunningham, Perú, Ipil-Ipil y CNIA-250 y A. lebbeck.
Cuadro 1. Accesiones de interés forrajero introducidas y colectadas
entre 1962-1995 en Cuba.
Periodo |
Gramíneas |
Leguminosas |
Prospección |
Total |
1962-1974 |
358 |
230 |
- |
588 |
1975-1981 |
681 |
621 |
900 |
2202 |
|
|
|
360 |
360 |
1982-1985 |
447 |
165 |
- |
612 |
1986-1990 |
275 |
535 |
- |
810 |
1991-1995 |
90 |
357 |
204 |
651 |
1991-1995 |
90 |
357 |
204 |
651 |
Total |
1851 |
1908 |
1464 |
5223 |
Cuadro 2. Variedades de pastos y forrajes aprobadas en Cuba por el
servicio de inspección y registro de variedades del Ministerio de Agricultura de Cuba.
Variedades de gramineas |
Variedades de Leguminosas |
Panicum maximum cvs. Likoni y Uganda |
Teramnus labialis cv. Semilla Clara |
Panicum maximum Común de Australia y SIH-127 |
Centrosema híbrido CIAT-438 |
Chloris gayana cv. Callide |
Arachis postrata |
Cenchrus ciliaris cvs. Biloela y Formidable |
Stylosanthes guianensis CIAT- 1 84 |
Andropogon gayanus CIAT-621 |
Medicago sativa cv. Gilboa Africana |
Cynodon dactylon 68 y 67 |
Macroptilium atropurpureum cv. Siratro |
Digitaria decumbens A-32 |
Lablab purpureus cv. Rongai |
Brachiaria decumbens cv. Basilisk |
Albizia lebbeck |
Cynodon nlemfuensis cv. Tocumen |
Leucaena leucocephala cv. CNIA-250 |
Brachiaria purpurascens |
Leucaena leucocephala cv. Cunningham |
Pennisetum purpureum 801-4, Taiwan A- 144 y CRA-265 |
Leucaena leucocephala cvs. Ipil-Ipil y Perú |
Cuadro 3. Modo de reproducción y hábito de crecimiento de las
variedades comerciales de gramíneas forrajeras recomendadas en Cuba.
Variedades de gramíneas |
Modo de reproducción |
Hábito de crecimiento |
Panicum maximum cvs. Likoni y Uganda |
Semillas (llegan a producir entre 150 y 400 kg/ha/año) |
Macolloso |
Panicum maximum Común de Australia y SIH- 127 |
Semillas (entre 150 y 400 kg/ha/año) |
Macolloso |
Chloris gayana cv. Callide |
Semillas (entre 150 y 400 kg/ha/año) |
Pseudomacolloso |
Cenchrus ciliaris cvs. Biloela y Formidable |
Semillas (entre 150 y 400 kg/ha/año) |
Macolloso |
Andropogon gayanus CIAT-621 |
Semillas (entre 150 y 400 kg/ha/año) |
Macolloso |
Cynodon dactylon 68 y 67 |
Estolones |
Rastrero |
Digitaria decumbens A-32 |
Estolones |
Rastrero |
Brachiaria decumbens cv. Basilisk |
Semillas |
Rastrero |
Cynodon nlemfuensis cv. Tocumen |
Estolones |
Rastrero |
Brachiaria purpurascens |
Estolones |
Rastrero |
Pennisetum purpureum 801-4, Taiwan A-144 y CRA-265 |
Esquejes |
Erecto |
Cuadro 4. Rendimiento medio de gramíneas comerciales bajo
diferentes condiciones ambientales en Cuba.
Variedades |
Rendimiento (t de MS/ha) riego + fertilización |
Rendimiento(t de MS/ha) secano + fertilización |
Rendimiento (t de MS/ha) secano sin fertilización |
|
200 kg de N/ha |
150-180 kg de N |
- |
Macollosas |
15,5-21,7 |
11,6-19,5 |
10,0-12,0 |
Rastreras |
13,8-20,1 |
8,0-16,5 |
8,0-10,0 |
Erectas |
20,0-24,6 |
10,0-12,0 |
- |
Promedio |
15,6-22,1 |
9,8-16,0 |
9,0- 11,0 |
Todas estas leguminosas producen suficiente cantidad de semilla (100 a
1500 kg/ha/año, excepto A. postrata) y pueden fijar entre 70 y 600 kg de
N/ha/año, lo que representa un ahorro por concepto de fertilizantes, además de la mejora
que aportan a la fertilidad del suelo y su estructura y la conservación del ambiente.
En el cuadro 5 se muestran los resultados de 10 ensayos Ilevados a cabo
en distintas regiones de Cuba referidos al potencial en producción de materia seca de
estas leguminosas, las cepas efectivas para su inoculación y las plagas y enfermedades a
las que fueron susceptibles y de las cuales se recobraron en un menor o menor grado. Su
potencial de producción de MS se encuentra entre 8 y 24 t/ha/año y puede llegar hasta 27
en la Gilboa africana en las condiciones específicas de Guantánamo y hasta 30 en
el caso de A. lebbeck (5).
Cuadro 5. Rendimiento de MS, cepas efectivas y principales plagas y
enfermedades de las leguminosas seleccionadas como variedades comerciales en Cuba.
Variedades |
Rendimiento MS (t/ha) |
Cepa efectiva recomendada |
Susceptibles a: |
Semilla Clara |
10,0-17,0 |
IH-002 |
Fusarium, Altemaria, crisomélidos |
CIAT- 1 84 |
8,0-17,0 |
IH-00 I |
Hedylepta, hongos, Diplodia |
Siratro |
11,0-12,0 |
ninguna |
Corticum, Rhizoctonia |
Rongai |
1,2-3,7 hasta 10,0 (asoc.) |
- |
Coleópteros (particularmente crisomélidos) |
Gilboa Africana |
hasta 27,0 |
- |
Crisomélidos, bacterias y hongos (en el occidente del país) |
Híbrido CIAT-438 |
9,0-17,0 |
IH-1018 |
Virosis (baja), crisomélidos |
A. postrata |
12,9-16,8 |
ninguna |
- |
A.lebbeck |
14,0-30,0 |
ninguna |
- |
CNIA-250 |
11,9-23,6 |
IH-0 1 6 |
Homópteros, Heteropsylla cubana,Erwinia sp. (en las 4 variedades) |
Cunningham |
12,0-17,0 |
IH-0 1 6 |
- |
Perú |
12,0-17,0 |
IH-0 1 6 |
- |
Ipil-Ipil |
12,0-17,0 |
- |
- |
Conclusiones
Las metodologías de investigación diseñadas para las evaluaciones
agronómicas de germoplasma forrajero en Cuba, han propiciado el estudio de un amplio
número de variables de interés para la selección de los individuos con mayores
potencialidades para ser empleados en la práctica productiva.
La evaluación y selección de germoplasma forrajero permitió
recomendar a la ganadería vacuna cubana 29 variedades comerciales de gramíneas y
leguminosas (herbáceas y arbóreas).
La evaluación agronómica de plantas para la alimentación animal debe
mantener su continuidad, aunque es imprescindible que se perfeccione, sobre la base de la
experiencia actual y empleando un enfoque más congruente con los actuales sistemas de
producción que se desarrollan en el mundo.
Literatura citada
1. Benavides, J. E. 1994. La investigación en árboles forrajeros. p.
3-721. En: Arboles y arbustos forrajeros en América Central. Serie Técnica. Informe
Técnico No. 236. CATIE. Turrialba, Costa Rica. Vol. I y 2.
2. Funes, F. 1986. Introducción de pastos y forrajes. En: Los Pastos
en Cuba. Tomo 1. Producción.
3. EDICA. La Habana, Cuba. p. 145-179.
4. Gómez, M. E. 1995. Arboles y arbustos forrajeros utilizados en
alimentación animal como fuente proteica. CIPAV. Cali, Colombia. p. 1-129.
5. Machado, R. y E. Segui. 1997. Introducción, mejoramiento y
selección de variedades comerciales. Pastos y Forrajes 20(1): 1-20.
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