Rev. Fac. Agron. (LUZ). 1998, 15: 297-311
Crecimiento y rendimiento en granos en una asociación de maíz (Z.
mays L.) y caraota (Phaseolus vulgaris L.), con siembra simultánea
Growth and grain yield in a maize (Z.mays L.)-field bean (Phaseolus
vulgaris L.) intercrop, with simultaneous sowing
Recibido el 01-12-1997lAceptado el
26-02-1998
1. Instituto de Botánica Agrícola. Facultad de Agronomía UCV. Av. El Limón. Apartado
Postal 4579. Maracay.
2. Escuela Agronómica Salesiana San José, Barinas.
D. Marín Ch.1, Y. Olivar y R. Cavanerio2
Resumen
Se estudió una asociación de maíz (var. CENIAP DMR) y caraota (var.
UCV-Manuare) con siembra simultánea, en la Estación Experta de la Facultad de Agronomía
de la UCV en Maracay, Venezuela. El diseño experimental fue completamente aleatorizado
con 6 repeticiones de los tratamientos: maíz puro (MP), maíz asociado (MA), caraota pura
(CP) y caraota asociada (CA). Se empleó la misma densidad en monocultivo y asociación,
con 50.000 plantas/ha de la gramínea y 200.000 plantas/ha de la leguminosa. No hubo
efecto de la asociación sobre la acumulación de materia seca o el área foliar del
maíz, mientras que ambas variables resultaron significativamente disminuidas en la
leguminosa, la cual se comportó como competidora mas débil. El rendimiento en granos del
maíz no fue significativamente afectado por la competencia con la caraota, mientras que
ésta última presentó una disminución de 50% en asociación, a causa de un menor
número de granos por metro cuadrado, aunque no hubo efecto sobre el peso promedio de un
grano. No obstante, la asociación resultó con una ventaja de 23% respecto a los
monocultivos, en términos de la Relación de Equivalencia de Area y Tiempo (REAT).
Palabras clave: Zea mays, Phaseolus vulgaris, asociación,
competencia interespecífica, relación de equivalencia de área y tiempo, área foliar
específica.
Abstract
A maize (var. CENIAP DMR) - field bean (var. Manuare) intercrop was
studied under simultaneous sowing at the UCV Experimental Station (Experta), Faculty of
Agronomy, Maracay, Venezuela. A completely randomized design was utilized with 6
replications per treatment, they were: only maize (MP), intercropped maize (MA), only
field bean (CP), and intercropped field bean (CA). Sowing densities were similar in both
pure and mixed plots with 50.000 and 200.000 plants/ha for the cereal and legume
respectively. The results showed no effects of the association on the leaf area
development and biomass accumulation of the intercropped maize, whereas these same plant
characteristics were highly reduced in the legume, which behaved as a poor competitor.
Maize grain yield was not affected by intercropping. Grain yield in the legume was
significantly reduced (ie. 50%). This reduction was a consequence of a decrease in the
number of grains per unit area, the individual seed weight being unaffected. However, in
terms of the Area Time Equivalent Ratio (REAT), the association showed an advantage (23%)
over the monocrops.
Key words: Zea mays, Phaseolus vulgaris, intercropping,
interespecific competition, area - time equivalent ratio, specific leaf area.
Introducción
Los cultivos asociados consisten en la siembra de dos o mas especies
que comparten el mismo terreno durante todo su ciclo o parte del mismo, optimizando el uso
de la tierra cuando este recurso es limitante, mediante una intensificación espacial y
temporal. Es por ello que las asociaciones de cultivos son empleadas mayormente por
pequeños agricultores, quienes tratan de lograr el mayor número posible de productos
agrícolas, en un terreno por lo general pequeño y atendido por la mano de obra familiar.
De esa manera se logra una mayor estabilidad en la producción, por cuanto si una especie
falla, las otras pueden permitir una compensación alimenticia y/o económica para el
agricultor. Una menor incidencia de plagas y enfermedades así como un mejor control de
malezas también se consideran entre las ventajas de las asociaciones, mientras que las
desventajas radican en la mayor complejidad para el manejo de los cultivos y limitaciones
para la mecanización de las labores (3, 20, 23).
Los cultivos asociados forman parte de una modalidad agrícola mas
amplia basada en el empleo de varias especies en vez de una sola, y que se denomina
cultivos múltiples (4), la cual incluye adicionalmente a los sistemas agroforestales, que
combinan cultivos anuales con árboles (por ejemplo maíz entre calles de Leucaena o Gliricidia), los silvopastoriles que emplean gramíneas forrajeras y árboles, los
"jardines creoles" de las Antillas (similares a los "conucos"
indígenas venezolanos) y otros tipos de policultivos.
En muchos casos los agricultores que emplean asociaciones, consideran
una de las especies componentes como la mas importante, sea por su mayor interés como
alimento para el consumo familiar o porque posee un mejor precio en el mercado, mientras
que la otra o las otras especies se consideran como complementarias. Bajo tales
circunstancias el criterio para juzgar el éxito de la asociación, es que el rendimiento
de la especie principal no sea afectado por la combinacón, de manera que cualquier
rendimiento extra obtenido con la(s) especie(s) complementaria(s), representa en si misma
una ganancia (25).
En el presente trabajo se evaluó el crecimiento y rendimiento en una
asociación de amplio uso tanto en Venezuela como en otros países latinoamericanos (2,
18), como lo es la de maíz (Zea mays L.) y caraota (Phaseolus vulgaris L.),
con siembra simultánea y cosecha escalonada. En la misma se consideró a la gramínea
como el componente principal, a causa de su mayor importancia en el sistema
agroalimentario nacional.
Materiales y métodos
Lugar experimental, condiciones climáticas y edáficas. El
experimento se realizó en la Estación "Experta" de la Facultad de Agronomía
de la Universidad Central de Venezuela en Maracay (10°15'N y 67°36'O), estado Aragua,
aproximadamente a 450 m.s.n.m.
El clima de Maracay es Awi según la clasificación de Koeppen, o sea
que se trata de un clima tropical (con temperatura media del mes más frío mayor de 18
°C), isotérmico (fluctuación anual menor de 5°C), y con máximas lluvias entre el 21
de junio y el 22 de septiembre. La precipitación media anual es de 969 mm (promedio de 30
años), con la época lluviosa de mayo a octubre, y la de sequía entre noviembre y abril.
La temperatura media anual es de 24,8°C (14).
Los suelos de la estación Experta pertenecen a la Serie Maracay, y se
han clasificado como Fluventic Haplustoll, con textura franca a franco-arenosa, pH
6,01-7,55, Capacidad de Intercambio Catiónico de 16,5 meq/100g, y concentraciones
disponibles de 45-74 ppm de P, 1731-3325 ppm de Ca y 68-81 ppm de K (6, 7, 15).
Material biológico. Como material biológico se empleó maíz
de la variedad CENIAP-DMR, de granos amarillos y tusa blanca, con plantas de 2,69 m de
altura y mazorcas ubicadas a 1,40 m sobre el suelo (5); y caraota variedad UCV-Manuare, de
porte erecto con ápice ligeramente voluble, flores moradas y granos negros. El genotipo
UCV-Manuare fue seleccionado en la Universidad Central de Venezuela a partir de cruces
entre Porrillo Sintético y Compuesto Chimaltenango (O. Mora, comunicación personal).
Tratamientos, diseño experimental y variables evaluadas. El
experimento fue de tipo aditivo (23) con siembra simultánea, y comprendió seis
repeticiones de los tratamientos: Maíz Puro (MP), Maíz Asociado (MA), Caraota Pura (CP)
y Caraota Asociada (CA), dispuestas en un diseño completamente aleatorizado. Aunque las
plantas de maíz y caraota en asociación compartían las mismas parcelas, se requiere
analizar para cada componente el efecto de la competencia intra e interespecífica, en
contraste con las parcelas puras en las cuales sólo ocurre competencia intraespecífica.
Tanto en parcelas puras como asociadas el maíz se sembró con densidad de 50.000
plantas/ha y la caraota con 200.000 plantas/ha, de manera que las parcelas asociadas con
hileras intercaladas tenían una densidad total de 250.000 plantas/ha. Cada parcela de
monocultivo tenía 5 hilos de 5 m de largo y cada parcela asociada 10 hilos en el mismo
espacio.
La siembra se realizó manualmente el 29-04-97, en un terreno preparado
mediante rastreo, nivelación y surcado. Para seguir el crecimiento se hicieron 6
muestreos de 4 plantas por especie y tratamiento entre los 23 y 57 días desde la siembra
(dds). Las plantas se extraían cuidadosamente y se llevaban al Laboratorio de Ecología
Agrícola, donde se disectaban para separar las raíces, hojas verdes y secas, tallos,
inflorescencias y frutos. Posteriormente las fracciones se secaban en una estufa marca
Jouan modelo ISO 9001, a 70°C por 72 horas y luego se pesaban en una balanza Sartorius.
La fracción de hojas incluyó solamente las láminas foliares (es decir que se usó un
criterio funcional), mientras que los pecíolos en la leguminosa y las vainas foliares en
el maíz se adicionaban a los tallos. En cada fecha de muestreo se hicieron observaciones
fenológícas de las plantas cosechadas (además de observaciones generales del conjunto),
y de la coloración interna de los nódulos radicales en la leguminosa, como presunto
indicador de actividad de los mismos. La fenología de la caraota siguió los criterios de
Lebaron (8), con modificaciones para ajustar las fenofases a un cultivar precoz como el
empleado, y agregándose el conteo de ramas; en el maíz se aplicaron las definiciones de
Hanway (11).
Para estimar el área foliar en la leguminosa se empleó la regresión:
y=0,230+0,628x (R2=0,95), calculada sobre la base de 30 folíolos de
variados tamaños, donde y es el área foliar en cm2 y x el
producto del largo por ancho máximo para cada folíolo, de manera que el área foliar
total por planta se calculó como la suma de las áreas de todos los folíolos evaluados
en la forma indicada. En el caso del maíz se procedió de una manera similar, pero con el
empleo de la relación propuesta por Montgomery según la cual el área foliar es igual a
0,75 por el producto del largo por ancho máximo de las láminas foliares (13).
Con el área foliar promedio por planta en cada repetición y
tratamiento, y el espacio medio de terreno ocupado por planta en cada caso, se calculó el
índice de área foliar (IAF), que representa el cociente entre la superficie foliar del
cultivo y el área de terreno ocupado por el mismo. Ya que en este cálculo se emplearon
solamente las hojas verdes, el IAF representa un estimado del tamaño del aparato
fotosintético del cultivo; el IAF de la asociación se calculó en cada fecha de muestreo
sumando los IAF parciales de los componentes.
Con los valores del área foliar promedio por planta en cada
repetición y tratamiento también se calculó el área foliar específica (AFE), variable
que refleja la densidad y grosor de las láminas foliares, y que por ser un índice muy
sensible al sombreo, puede emplearse como indicador de competencia por luz.
La determinación del rendimiento en granos se basó en la producción
por planta en un hilo ad hoc en cada repetición. La caraota se cosechó el
30-06-97 a los dos meses de la siembra, mientras que las plantas de maíz fueron dobladas
a los 75 dds y cosechadas sus mazorcas el 05-08-97 a los 98 dds. Para calcular el
rendimiento se consideró el número de plantas presentes en la hilera al final del ciclo,
y se calculó el número de legumbres por planta, el número de granos por legumbre y el
peso promedio de 100 granos en el caso de la leguminosa; en el maíz se cuantificó el
número mazorcas por planta, el de granos por mazorca y el peso medio de 100 granos. Con
esos datos se calculó el número de granos por metro cuadrado (NG/m2) y el
peso promedio de un grano (PPUG), en cada tratamiento, considerados como los componentes
del rendimiento en la metodología de "Elaboración del Rendimiento" (17).
Finalmente, con los valores de rendimiento en granos se calculó la "Relación de
Equivalencia de Área y Tiempo" (REAT), para estimar la eficiencia de uso de los
recursos en cultivos asociados. Este índice se expresa como: REAT=(RMA/RMP)(t1/T)
+ (RCA/RCP)(t2/T), donde RMA y RCA son respectivamente los rendimientos del
maíz y la caraota en asociación, RMP y RCP los rendimientos de maíz y caraota en
monocultivo, t1 la duración del ciclo del maíz, t2 la duración
del ciclo de la leguminosa y T la duración total de la asociación (12).
Los resultados de las variables de crecimiento fueron comparadas
mediante la prueba de t para cada fecha de muestreo, mientras que el rendimiento y
variables relacionadas fueron comparados con análisis de variancia.
Manejo agronómico de las parcelas. Como el experimento se
desarrolló durante la primera parte de la temporada lluviosa, el riego fue
complementario, y se aplicó los días 28 de abril (presiembra), 03, 08, 15 y 20 de mayo.
Las lluvias caídas en mayo totalizaron 77 mm, mientras que en junio y julio fueron 83,6 y
284,5 mm respectivamente, según datos de la Estación Meteorológica del CENIAP. Las
malezas se controlaron manualmente con limpias efectuadas los días 14 y 27 de mayo y 02
de junio. Considerando las buenas condiciones de fertilidad del suelo, sólo se aplicó
una dosis de 80 kg/ha de fertilizante 12-24-12, homogeneamente repartida en el área
experimental a los 17 dds. No se requirió aplicar productos químicos de control para
plagas o enfermedades, a pesar de la presencia en bajas proporciones, de insectos tales
como gusanos cortadores (aparentemente Feltia subterranea), saltahojas (Empoasca
sp.), coquitos perforadores de las hojas (Diabrotica sp. y Expitia sp.)
y bachacos (Atta sp.). Se observó también la presencia de controladores
biológicos como la vaquita y la mariquita (Rodolia cardinalis y Cyclonela
sanguinalis), que consumen huevos de algunas especies dañinas.
Resultados y discusión
Observaciones fenológicas. Las plantas de maíz y de caraota
germinaron uniformemente en todas las parcelas, ocurriendo la emergencia alrededor de los
6 dds. En la leguminosa los protófilos se encontraban desarrollados (estadio V1)
aproximadamente a los 11 dds, mientras que a los 23 dds las raíces presentaban pequeñas
masas nodulares de color rojo o rosado, y el tallo tenía dos hojas trifolioladas en
crecimiento (estadio V3). A los 30 días había de 4 a 7 nudos en el tallo principal de la
caraota pura y de 5 a 6 en las asociadas, mientras se observaban ramificaciones en número
de 1-4 en las asociadas y de 3-6 en las de cultivo puro; en esa misma fecha se observaron
los primeros botones florales en crecimiento, manteniéndose la presencia de nódulos
radicales rojos y rosados.
A los 37 dds continuaba la formación de botones florales y de nódulos
radicales de color rojo, y no se observaron diferencias fenológicas entre tratamientos,
ya que todas las plantas tenían entre 12 y 13 nudos en el eje principal y 6 ramas como
valor promedio. A los 44 dds se observaron las primeras plantas en antesis (estadio R1),
coincidiendo con la presencia de legumbres verdes muy pequeñas (R2-R3) tanto en las
plantas puras como asociadas; para esa fecha proseguía la formación de nódulos y las
hojas inferiores se encontraban en proceso de desecamiento. El número de hojas verdes en
el tallo principal fluctuaba entre 8 y 10 en ambos tratamientos, pero era notoria una
ramificación mas profusa en las plantas asociadas (5-9 ramas), en comparación con las de
monocultivo (6 a 7).
A los 50 dds continuaba la nodulación en plantas puras y asociadas, se
alargaban la legumbres (R4-R6) y se reducía la cantidad de flores aún cuando se
mantenía una débil formación de botones. El secado de las hojas fue mayor en las
parcelas puras, donde el número de hojas aun verdes en el tallo principal llegó a un
máximo de 9, mientras que las plantas asociadas mostraban de 10 a 12. También el número
de ramas era mayor en las parcelas asociadas (8-11) que en las puras (5 a 7).
A los 57 dds no había diferencia en el número de nudos en el tallo
principal con 13 en promedio, pero continuaba prevaleciendo una mayor ramificación en las
plantas asociadas (hasta 9 ramas) en comparación con las puras (hasta 6 ramas).
Permanecían unas pocas flores abiertas en ambos tratamientos, las legumbres finalizaban
el llenado de granos (R7-R8) con una longitud media de 9 cm, y las masas nodulares eran de
color marrón. Finalmente a los 60 dds los vástagos se encontraban mayormente secos y las
legumbres listas para la cosecha (R9). De acuerdo con los criterios del CIAT simplificados
por Singh (8), para la clasificación del germoplasma de caraota, el cv. UCV-Manuare puede
considerarse como tipo II, con base en su crecimiento indeterminado, hábito erecto con
débil volubilidad apical, 50 cm de altura media de las plantas y aproximadamente 13 nudos
en el tallo principal durante la fase de floración. Sin embargo, cabe señalar que la
duración total del ciclo en el genotipo UCV-Manuare es menor que los 70 a 85 días,
considerados como promedio para los cultivares de P. vulgaris sembrados para
obtener semillas, bajo condiciones ambientales normales (8).
En cuanto al maíz, las plantas puras y asociadas tenían de 3-4 hojas
a los 23 dds (estadio 1 o fase juvenil). A los 30 días había de 6 a 8 hojas en las
plantas de monocultivo y de 5 a 6 en la asociación. A los 37 dds el maíz puro llegó a 9
hojas y el asociado a 8, mientras que las hojas inferiores presentaban los primeros signos
de marchitez en ambos tratamientos. A los 44 dds, cuando las plantas puras o asociadas
tenían entre 10 y 12 hojas, se observó el inicio de la emergencia de panículas (estadio
4) mientras que las hojas basales se encontraban secas. A los 50 dds continuaba la
diferenciación de las panículas o estadio B que marca el fín de la fase vegetativa
(10), y en la mayoría de las plantas emergía también la espiga (estadio 5), aunque en
algunas sólo se notaba el engrosamiento del tallo causado por la misma. A los 57 días
todas las plantas tenían igual cantidad de hojas (13-14) y las espigas estaban
completamente formadas. A los 64 dds ya había mazorcas en crecimiento, mientras que a los
75 dds se observaron granos maduros y se procedió al doblado de las plantas. El
desarrollo de las inflorescencias masculinas y femeninas en el presente ensayo, fue
ligeramente mas precoz en comparación con referencias previas (5), que señalan la
ocurrencia de dichas fenofases en el cultivar CENIAP DMR a los 57 y 60 dds.
De manera general, los resultados expuestos indican que no hubo
diferencias en cuanto a la ocurrencia de las fenofases reproductivas, ni en la nodulación
(evaluada de forma cualitativa), pero si un aumento en la ramificación de las plantas de
caraota asociadas con el maíz, lo cual debió conllevar a un incremento en el número de
hojas por planta. La gramínea no presentó cambio fenológico alguno relacionado con la
presencia de la leguminosa.
Crecimiento. La figuras 1 A y B muestran las curvas de
crecimiento, expresadas como acumulación de materia seca total promedio por planta (MST),
en las dos especies en cultivo puro y en asociación. Se han empleado escalas apropiadas
para cada especie a fín de destacar las diferencias entre ellas. Con la excepción del
primer muestreo, los análisis de variancia indicaron diferencias altamente significativas
(P<0,01) entre tratamientos desde los 31 hasta los 57 dds, con valores crecientes de F.
Las comparaciones de medias por la prueba de t indicaron valores significativamente
mayores en el peso medio de las plantas de maíz respecto a las de caraota a los 38 y 45
dds (P<0,05), y a los 51 y 57 dds (P<0,01). La comparación de la MST entre
tratamientos en el maíz no mostró una tendencia clara, alternándose los valores mas
altos entre plantas de cultivo puro o asociado, pero con un mayor peso de las plantas
asociadas después de los 50 dds (figura1A). Por su parte las plantas de caraota asociada
presentaron pesos secos significativamente menores (P<0,01) que los del monocultivo
desde el segundo muestreo (figura 1B), con una reducción media de 29,3% a lo largo del
ciclo. Estos resultados indican que la leguminosa se comportó como el competidor mas
débil en la asociación, lo cual concuerda con lo esperado en términos de una
combinación de plantas C3 y C4 en siembra simultánea. Como la MST de las parcelas
asociadas resulta de la suma de los componentes, se puede deducir que la acumulación de
biomasa fue mayor en las parcelas asociadas en comparación con las puras.
Figura 1. Curvas de crecimiento en maíz y caraota puros y
asociados.
Las curvas de MST del maíz (figura1A) se ajustaron bien a un modelo
exponencial del tipo y=0,0336x exp.0,1452 (R2=0,97) para el cultivo puro e
y=0,0206 x.exp.0,1542 (R2=0,97) para el asociado, mientras que las de la
leguminosa se ajustaron mejor a un modelo polinomial de segundo orden, que responden a las
ecuaciones: y=5,76+0,23x-0,002x2 (R2=0,99) para el cultivo puro, e
y=3,41-0,34x-0,009x2 (R2=0,99) en la asociación. Las pequeñas diferencias
entre los coeficientes de regresión en el maíz contrastan con las grandes diferencias en
las relaciones encontradas para la leguminosa, en concordancia con las tendencias
mostradas en la figura1.
Área foliar. Las figuras 2 A y B presentan los cursos del área
foliar promedio por planta; al igual que con la MST, los análisis de variancia mostraron
diferencias altamente significativas (P<0,01) entre tratamientos a partir del segundo
muestreo. En el caso del maíz sólo hubo diferencias en el área foliar entre
tratamientos en el cuarto y quinto muestreo (P<0,05), mientras que en la leguminosa las
plantas del cultivo asociado presentaron valores de área significativamente menores
(P<0,01) que los del monocultivo en el segundo, tercero y cuarto muestreo. Globalmente
hubo una disminución de 33% en el área foliar promedio por planta en la caraota asociada
en comparación con la pura, mientras que la del maíz, promediada durante el ciclo, fue
casi idéntica en cultivo puro y asociado (2.176±178 vs 2.173±117 cm2/planta,
respectivamente). Como en las parcelas asociadas se observó una mayor ramificación de la
caraota que en las puras, se puede deducir que la asociación produjo mas hojas pero de
menor tamaño en la caraota asociada en comparación con la pura.
Los valores del IAF que se presentan en la figura 3 permiten comparar
los monocultivos con la asociación. En general la asociación y el cultivo puro de
caraota alcanzaron valores de IAF mucho mayores que los del monocultivo de maíz, lo cual
se corresponde con las diferencias en densidades de siembra empleadas, pero por otra parte
el IAF de la asociación se mantuvo con valores altos durante mas tiempo que el de los
cultivos puros, sugiriendo una mayor duración del área foliar. Esta última
observación, que concuerda con el desecamiento mas rápido del follaje de la caraota pura
en comparación con la asociada, puede ser de interés práctico si la asociación
estudiada se enmarca dentro de un esquema de rotación de cultivos, con ventajas evidentes
en términos de la cobertura del suelo, de control de malezas y del aporte de nutrimentos
en el próximo rastreo. Las comparaciones de medias indicaron diferencias altamente
significativas (P<0,01) desde los 31 días, con valores mas altos para el monocultivo
de caraota en el segundo y tercer muestreo, y del cultivo asociado en el quinto y sexto
muestreo.
Las condiciones experimentales empleadas, con la asociación de una
gramínea C4 de porte alto y una leguminosa baja sembrada simultáneamente sobre un
terreno fértil, durante la primera parte de la época de lluvias y con riego
complementario, permiten suponer que el principal factor de competencia durante el ensayo
debió ser la luz. De hecho, mediciones del potencial hídrico foliar efectuadas al
mediodía a los 36 dds con una bomba de presión luego de 3 días sin lluvia (5 lecturas
por tratamiento), indicaron valores de -0,63 MPa en la caraota pura, -0,80 MPa en la
caraota asociada, -0,92 MPa en el maíz puro y -1,01 MPa en el maíz asociado; aunque los
valores ligeramente mas bajos en la asociación sugieren una mayor extracción de agua en
esas parcelas en correspondencia con su mayor IAF, globalmente indican un nivel de
déficit hídrico no restrictivo del crecimiento. Por el contrario, las comparaciones del
área foliar específica (AFE) apoyan la hipótesis de competencia por luz, ya que no hubo
diferencia en los valores medios durante el ciclo correspondientes al maíz puro y
asociado (254±40 vs 253,5±25,4 cm2/g respectivamente), mientras que la
caraota asociada presentó un valor medio de 344,2±19,6 cm2/g,
significativamente mas alto (P<0,01) que el de la caraota pura (276,2±22,7 cm2/g).
Esto quiere decir que bajo el sombreo del follaje del maíz, las hojas de la leguminosa
fueron menos densas en comparación con las del cultivo puro.
Figura 2. Area foliar por planta en maíz y caraota puros y
asociados.
Figura 3. Cursos del IAF en maíz y caraota puros y en la
asociación.
Rendimiento en granos y evaluación de la asociación. El cuadro
1 presenta los resultados del rendimiento y sus componentes en la caraota. Como puede
observarse el rendimiento en granos del cultivo puro (equivalente a 870 kg/ha) fue casi el
doble del obtenido en la asociación (449 kg/ha), a causa de la competencia con el maíz.
En cuanto a los componentes del rendimiento, el número de granos por metro cuadrado (NG/m2)
fue significativamente mayor en las parcelas puras en comparación con las asociadas, pero
no hubo diferencia estadísticamente significativa en el peso promedio de un grano (PPUG).
La disminución del NG/m2 en la asociación es consecuencia de una reducción
significativa (P<0,01) en el número promedio de legumbres cosechadas por planta (4,79 vs 2,58 en cultivo puro y asociado, respectivamente), por cuanto no hubo diferencia en el
número de semillas por vaina (5,20 vs 4,99 en cultivo puro y asociado, respectivamente).
Estos resultados evidencian una competencia temprana sobre la caraota que afectó el
número de semillas pero no el llenado de las mismas; es decir que la leguminosa
manifestó un cambio morfológico inducido por la competencia por luz y mediado por un
aumento en la ramificación y en el número de hojas, que a la postre equivale a un
mecanismo compensatorio que privilegia el llenado homogéneo de pocas semillas por planta.
Resultados similares se encontraron en un experimento de competencia entre la leguminosa Lupinus
angustifolius y la maleza Bromus driandrus en Australia (22). Una de las
respuestas generalizables cuando se combinan una graminea alta con una leguminosa baja en
ausencia de limitaciones hídricas, es un incremento en la eficiencia de uso de la
radiación por parte de la planta C3 (21); esta observación, que según algunos autores
se basa en una menor irradiancia foliar (16, 19), podría explicar el llenado uniforme de
granos en P. vulgaris en el presente ensayo, bajo el sombreo del maíz.
Cuadro 1. Rendimiento en granos y componentes del rendimiento en
caraota pura y asociada con maiz.
Tratamiento (g/m2) |
NG/m2 |
PPUG (g) |
Rendimiento |
Monocultivo |
519,73 |
0,166 |
87,00 |
Asociación |
267,87 |
0,167 |
44,87 |
Prueba de F |
12,47** |
0,0049NS |
10,90** |
**Diferencia significativa para P<0,01. NS: diferencia no
significativa.
El PPUG del cultivar Manuare (0,17 g) es relativamente bajo en
comparación con otros genotipos de caraota con ciclos mas largos, y que poseen un
período de llenado de granos mas prolongado, como son Cubagua (con ciclo de 75 días),
Coche (75 días) y Tacarigua (75-80 días), cuyos pesos promedio de granos son 0,20; 0,20
y 0,24 g respectivamente (9). Cultivares peruanos como el Gloriabamba, con ciclo de 115
días alcanza un PPUG de 0,35 g, mientras que los fenotipos Cajamarca 64-1 y Puebla 444
con duración de 130 días tienen un PPUG de 0,45 g (18).
Los rendimientos en granos, así como sus componentes para el caso del
maíz se muestran en el cuadro 2. El análisis de variancia no indicó diferencias
significativas entre los tratamientos, aunque el rendimiento en granos presentó una
reducción de 14%, el PPUG en 5% y el NG/m2 en 9,7%, en el maíz asociado
respecto al puro.
Con los valores del rendimiento en granos y la duración del ciclo de
cada especie, se calculó el Indice de Relación de Area y Tiempo (REAT). Para ello se
consideró como denominador constante los rendimientos promedios de cada especie en
cultivo puro, y duraciones de 60 días para la leguminosa y 98 días para el maíz y la
asociación. El empleo de un valor constante del rendimiento en monocultivo para cada
especie, permite superar una de las críticas que se hacen normalmente a la Relación de
Equivalencia de la Tierra (RET) (23), como índice para evaluar las asociaciones y en el
cual se fundamenta el cálculo de la REAT. El valor de este último índice resultó ser
1,23±0,08 (P<0,01) que significa una ventaja de 23% del cultivo asociado sobre los
monocultivos de referencia, en términos de la producción de granos. Este resultado es
muy interesante desde el punto de vista agronómico, por una parte porque la REAT es un
indicador mas exigente que la RET, y además porque la parametrización del rendimiento de
los monocultivos de referencia tiende a subestimar la ventaja del cultivo asociado (23).
Experimentos realizados en Santa Rosa (estado Mérida) con asociaciones de caraota con
maíz o zanahoria en siembra simultánea, también presentaron resultados favorables (1).
Asociaciones de maíz y soya con siembra simultánea, presentaron valores de RET
comprendidos entre 0,89 y 1,18 dependiendo del nivel de fertilidad y la interacción con
malezas (24), siendo estos valores inferiores al encontrado para la REAT en el presente
ensayo.
Cuadro 2. Rendimiento en granos y componentes del rendimiento en
maiz puro y asociado con caraota.
Tratamiento (g/m2) |
NG/m2 |
PPUG (g) |
Rendimiento |
Monocultivo |
341 |
0,200 |
344,13 |
Asociación |
308 |
0,191 |
294,80 |
Prueba de F: |
1,35 NS |
0,70NS |
2,63NS |
NS: diferencia no significativa.
Conclusiones
En cuanto a la fenología no hubo efecto de la asociación sobre el
maíz, ocurriendo la formación de inflorescencias masculinas y femeninas a los 50 y 57
dds respectivamente. La caraota tampoco presentó diferencias en cuanto a la ocurrencia de
las fenofases reproductivas ni en la nodulación, pero las plantas asociadas presentaron
un incremento en su grado de ramificación, bajo el sombreo del maíz.
En general no hubo diferencia estadísticamente significativa en la
acumulación de materia seca y área foliar de las plantas de maíz en monocultivo y
asociación, mientras que ambas variables resultaron significativamente reducidas en la
caraota asociada, en comparación con su monocultivo.
El AFE promedio de la caraota asociada fue significativamente mayor que
el de la pura, indicando la presencia de hojas menos densas en el primer caso, como
consecuencia de la competencia por luz con el maíz. Los valores de AFE del cereal no
fueron alterados por la combinación con la leguminosa.
A pesar de la disminución del rendimiento en granos de la caraota
asociada, el rendimiento del maíz no fue estadísticamente afectado y la asociación
resultó beneficiosa en términos de la REAT, con una ventaja de 23% respecto a los
cultivos puros.
Agradecimientos
Los autores agradecen a los técnicos José Antonio García y Napoleón
Martinez, del Laboratorio de Ecología Agrícola, por su desempeño en labores de campo y
laboratorio. Asimismo al técnico José Luis Horesok y al profesor Oswaldo Mora, del
Laboratorio de Genética, por proporcionar el material e información sobre el cv.
Manuare. Finalmente al profesor Orlando Guenni por la revisión del resumen en inglés.
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