Rev. Fac. Agron. (LUZ). 1999, 16: 356-370
|
XVb-1 | XVb-2 | XVb-3 | |
Estación meteorológica1 | Santa Ana | Jadacaquiva | Pueblo Nuevo |
Precipitación anual (mm) | 449,3 | 322,7 | 315,6 |
Meses lluviosos | Sep. a dic. | Sep. a dic. | Sep. a dic. |
(%) | 60,07 | 69,54 | 66,73 |
Evaporación (mm) | | 2853,8 | 2542,4 |
Suelos | Camborthids | Camborthids | Torriorthents |
Torriorthents | Torriorthents | Camborthids | |
Torrerts | Calciorthids | ||
Altitud (msnm) | 50 - 160 | < 50 | 80-160 |
Pendiente (%) | 0-6 y 6-13 | 0 | 0-6 y 6-13 |
Drenaje externo | rápido | lento | rápido |
Relieve | colinas | planicie | colinas |
Microrrelieve | recortado | liso | ondulado |
Pedregosidad | |||
(% de sup. cubierta) | 3-5 | no hay | < 1 |
Afloramientos rocosos | |||
(% de sup. cubierta) | no hay | no hay | 2-10 |
Erosión Eólica | nula | nula | débil |
Cárcavas | débil | nula | nula |
Surcos | débil | débil | débil |
Laminar | débil | débil | moderada |
Tipo de dominancia2 | Castela erecta | Ritterocereus spp. | Croton heliaster |
Tipo fisonómico3 | arbustal | cardonal | matorral |
1Cuando no existe estación meteorológica en el sitio ecológico se toma la del grupo climático correspondiente (Matteucci y Colma, 1986). 2Matteucci, 1987. 3Matteucci et al., 1982.
Cuadro 2. Características de los sitios ecológicos del Surco de Urumaco
II-1 | II-2 | II-3 | II-4 | |
Estación meteorológica1 | Pedregal | Pedregal | Pedregal | Pedregal |
Precipitación anual (mm) | 588,0 | 588,0 | 588,0 | 588,0 |
Meses lluviosos | Mayo | Mayo | Mayo | Mayo |
Ago. a nov. | Ago. a nov. | Ago. a nov. | Ago. a nov. | |
(%) | 82% | 82% | 82% | 82% |
Suelos | Orthents | Orthents | Camborthids | Orthents |
Orthids | Orthids | Haplargids | Orthids | |
Argids | Argids | Torriorthents | Argids | |
Camborthids | Orthids | Camborthids | ||
Argids | Haplargids | |||
Altitud (msnm) | 30 | 100-200 | 50-100 | 50-100 |
Pendiente (%) | 0-2 y 6-13 | 2-6 | 2-6 | 2-6 |
Drenaje externo | rápido | rápido | rápido | rápido |
Relieve | valle | valle | valle | planicie |
Microrrelieve | liso | montículos | ondulado | recortado |
Pedregosidad | ||||
(% de sup. cubierta) | no hay | 3-5 | no hay | 5-10 |
Afloramientos rocosos | ||||
(% de sup. cubierta) | no hay | no hay | no hay | no hay |
Erosión Eólica | moderada | nula | fuerte | fuerte |
Cárcavas | moderada | nula | nula | moderada |
Surcos | nula | nula | nula | nula |
Laminar | moderada | moderada | débil | nula |
Tipo de dominancia2 | Cerdium praecox | Castela erecta | Prosopis juliflora | Prosopis juliflora |
Prosopis juliflora | ||||
Tipo fisonómico3 | cardonal y matorral | arbustal | matorral | matorral |
1Cuando no existe estación meteorológica en el sitio ecológico se toma la del grupo climático correspondiente (Matteucci y Colma, 1986). 2Matteucci, 1987. 3Matteucci et al., 1982.
Cuadro 3. Características de los sitios ecológicos de la Planicie Aluvial del Mitare-Seco
IIIb-1 | IIIb-2 | IIIb-3 | |
Estación meteorológica1 | Los Quemados | Los Quemados | Los Quemados |
Precipitación anual (mm) | 492,0 | 492,0 | 492,0 |
Meses lluviosos | Jun. y sep. a dic. | Jun. y sep. a dic. | Jun. y sep. a dic. |
(%) | 62% | 62% | 62% |
Suelos | Haplargids | Orthents | Camborthids |
Camborthids | Orthids | Haplargids | |
Paleargids | Argids | Torrifluvents | |
Orthents | Orthents | ||
Altitud (msnm) | 50-100 | 80-100 | 50-100 |
Pendiente (%) | 2-6 | 2-6 | 0 |
Drenaje externo | mediano | rápido | rápido |
Relieve | planicie | planicie | planicie |
Microrrelieve | liso | liso | liso |
Pedregosidad | |||
(% de sup. cubierta) | no hay | no hay | no hay |
Afloramientos rocosos | |||
(% de sup. cubierta) | no hay | no hay | no hay |
Erosión Eólica | nula | nula | nula |
Cárcavas | nula | nula | fuerte |
Surcos | nula | nula | nula |
Laminar | débil | débil | fuerte |
Tipo de dominancia2 | Prosopis juliflora | Cercidium praecox | Prosopis juliflora- |
Caesalpinia coriaria | -Ritterocereus spp. | ||
Tipo fisonómico3 | matorral | bosque | cardonal |
1Cuando no existe estación meteorológica en el sitio ecológico se toma la del grupo climático correspondiente (Matteucci y Colma, 1986). 2Matteucci, 1987. 3Matteucci et al., 1982.
Figura 1. Cada punto de muestreo se identifica con un número. Sitio ecológico XVb-1: 1 El Rodeo, 2 Santa Ana, 3 Machuruca, 4 Maitiruma, 5 Buena Vista. Sitio ecológico XVb-2: 6 Los LLanitos, 7 Moruy, 8 Tumarusa, 9 San Nicolás, 10 Yabuquiva. Sitio ecológico XVb-3: 11 Pueblo Nuevo, 12 Azaro, 13 Los Pozos, 14 El Vínculo. Sitio ecológico II-1: 15 Llano Grande, 16 La Trinidad. Sitio ecológico II-2: 17 San Antonio, 18 La Concepción, 19 Hato Viejo. Sitio ecológico II-3: 20 Codore Adentro. Sitio ecológico II-4: 21 Cauca. Sitio ecológico IIIb-1: 22 El Jebe, 23 Los Juanes, 24 El Recreo, 25 Quebrada Zábila, 26 Santa Rita. Sitio ecológico IIIb-2: 27 Carazao. Sitio ecológico IIIb-3: 28 El Limoncito, 29 Sabaneta, 30 Gaicara, 31 Conejal, 32 Las Cañadas.
En la Península de Paraguaná el amaranto se distribuye preferiblemente alrededor del cerro Santa Ana, porción centro occidental que coincide con el cinturón de tierras agrícolas de mayor productividad. El sitio ecológico XVb-1 incluye cultivos intensivos con tecnología moderna; el XVb-2 se caracteriza por la cría intensiva de aves y porcinos; mientras que en el XVb-3 se mantiene una agricultura de subsistencia y cría de ganado bovino. La distribución del amaranto sigue un gradiente de humedad, con la presencia de mayor número de especies de Amaranthus y de dominancia del A. hybridus en el sitio ecológico XVb-1. Esta especie se asocia con una mayor intensidad y calidad en el uso hortícola de las tierras. Es en este sitio donde está el sistema de riego de Cruz Verde y donde se han difundido los sistemas de riego por goteo y la plasticultura. La menor frecuencia de aparición de especies correspondió al sitio XVb-3, al norte del cerro Santa Ana, donde predomina la cría extensiva de caprinos y hay algunos cultivos de subsistencia. No se detectó A. crassipes y el porte de las otras dos especies fue menor que en los otros sitios. El recorrido a campo permitió constatar que el amaranto se encuentra sólo en zonas intervenidas.
En el sitio ecológico II-1, porción Sur de la unidad Surco de Urumaco (cuadro 2), el amaranto se encontró en los terrenos bajos entre los monoclinales. El sitio II-2 presenta tres porciones con vegetación muy heterogénea que se concentra en las partes más bajas. La riqueza específica de estos manchones es relativamente alta con una composición similar a la de los cardonales del II-1. En el sitio II-3 la vegetación se agrupa en microcolinas y montículos pequeños, arenosos y fijados por halófitas. Toda la unidad está atravesada por numerosas quebradas de régimen intermitente. En el sitio ecológico II-4 la vegetación se agrupa en las quebradas que forman un patrón dendrítico muy denso. La riqueza específica es alta en las quebradas con presencia de palo brasil (Haematoxylon brasiletto), y baja en las lomas dominadas por urupagüita (Castela erecta).
En la planicie aluvial del Mitare-Seco (cuadro 3), el sitio ecológico IIIb-1 es muy heterogéneo en cuanto a la vegetación por ser área de influencia del principal centro urbano (Coro) y la zona de cultivos hortícolas y frutícolas más concentrada de la Llanura Costera. La ruta nacional Coro-Maracaibo atraviesa esta unidad de Este a Oeste. Aunque dominan los matorrales de Prosopis juliflora y Caesalpinia coriaria, también se encuentran cardonales (Ritterocereus spp.) y bosques secundarios de yabo (Cercidium praecox). En los escasos fragmentos de vegetación natural no se detecta amaranto. En el sitio ecológico IIIb-2 predomina el bosque secundario denso en manchones extensos que alternan con fragmentos de desmonte, planos y ocupados por vegetación herbácea (áreas abandonadas recientemente) o cultivos de subsistencia. El amaranto, que se utiliza como forraje para caprinos, se ubica en estas tierras convertidas, con riego escaso o nulo y su presencia es producto de intervenciones esporádicas con cultivos de subsistencia aprovechando la gran intensidad del patrón dendrítico de quebradas no permanentes en esa zona, al pie de los monoclinales. El área de influencia del río Mitare y de la quebrada Agua Viva constituye parte importante del sitio ecológico IIIb-3, donde los cultivos comerciales y de subsistencia se desarrollaron a partir de la década del 40; aún se explotan algunas áreas y se mantiene una tradición en el cultivo de subsistencia. Los amarantos están asociados con terrenos intervenidos para cultivos en producción o abandonados y se utiliza como forraje para los caprinos. Es el sitio con mayor erosión laminar y hasta en cárcavas, se observan restos de explotaciones de madera y cardón. Se conservan unidades no desmontadas con cardonales densos de alta diversidad y un estrato arbóreo de 7 m. Se observó un gradiente Este-Oeste de distribución del amaranto asociado con la intensidad de las explotaciones hortícolas. En el sitio IIIb-1 el A. dubius constituye una fuente proteica para la alimentación de los porcinos cuya cría está asociada a cultivos bajo riego como los de melón (Cucumis melo), patilla (Citrullus vulgaris) y cebolla (Allium cepa).
De las 50 poblaciones identificadas en el área de estudio (cuadro 4), el 58% corresponde al A. dubius, siendo su presencia más frecuente en la Planicie Aluvial del Mitare-Seco, mientras que el 59% de las poblaciones de A. hybridus se encontraron en la Península de Paraguaná. El A. crassipes es poco frecuente en el área de estudio.
El A. hybridus que aparece asociado con los cultivos de millo (Sorghum bicolor) en la Península de Paraguaná no se elimina manualmente como otras malezas, sino que se lo deja crecer junto con el cultivo y al efectuar la cosecha se destina a la alimentación de ganado bovino. Los productores afirman que este suplemento aumenta la producción de leche. El A. dubius es más frecuente dentro de los cultivos de melón y lechosa Carica papaya y se le utiliza para la alimentación de porcinos. Este uso, que se remonta a la época de la colonia, es el más difundido.
En la Llanura Costera, tanto el A. hybridus como el A. dubius se utilizan para el engorde de ovinos. En Mitare y sus alrededores, los pobladores de mayor tradición recuerdan la "sopa de bledo" y los refrescos del fruto de cují, que junto con el papelón y el maíz cariaco para los atoles parecen identificar épocas prepetroleras. Esto también se detectó en la Península de Paraguaná cuando los cultivos de ajonjolí (Sesamum indicum), sorgo, maíz y lechosa eran importantes actividades productivas en el área estudiada.
Cuadro 4. Número de poblaciones de Amaranthus por estrato
Especie de Amaranthus |
Península de Paraguaná |
Surco de Urumaco |
Planicie Aluvial Mitare-Seco |
Total |
dubius | 9 | 5 | 15 | 29 |
hybridus | 10 | 2 | 5 | 17 |
crassipes | 1 | 1 | 2 | 4 |
Total | 20 | 8 | 22 | 50 |
En las zonas cercanas a Urumaco y Dabajuro, algunos pobladores mencionaron el uso del bledo para criar muchachos fuertes como los Caracas, refiriéndose a la tradición reconocida por los conquistadores acerca del consumo del bledo (..esa pira blanca...) por parte de las tribus costeras que los enfrentaban. El A. crassipes, llamado bledo blanco por los pobladores no es considerado de utilidad.
En el sitio ecológico XVb-2 de la Península de Paraguaná se detectó el consumo del bledo (A. dubius) o espinaca china como ensalada, también hervido y rehogado en mantequilla y ajo, o como tortilla o perico; es decir, como sustituto de la espinaca. La pira blanca se asocia preferiblemente con los lugares de la Llanura Costera donde se encuentra dominando el A. hybridus frente a las demás especies. La diferenciación botánica entre el A. hybridus y el A. dubius resulta compleja debido a la similitud de características morfológicas.
Si bien no existe tradición en el cultivo del amaranto, las especies encontradas, aún aquellas que se comportan como malezas de cultivos, han sido empleadas con distintos propósitos. El potencial forrajero y alimenticio es reconocido desde antaño.
Dada la gran presión que ejerce la cría extensiva de caprinos sobre la vegetación natural, y la adaptación del bledo a las condiciones del medio semiárido, este género podría representar una opción viable para un manejo sustentable.
La domesticación y selección de germoplasma para diversos propósitos, incluyendo producción de hortalizas para alimentación humana y granos para industrializar, requiere investigación agronómica, nutricional y botánica. La información agroecológica y etnobotánica, sistematizada y georreferenciada, constituye el paso inicial para determinar el potencial productivo y de uso, en el programa de domesticación y selección.
1. Anónimo. 1988. Hierro y vitamina en la hoja de amaranto. Machete, Agro-Cría-Pesca Nro. 15: 8.
2. Art, L., I. Calderón y G. Suárez. 1986. Utilización del amaranto ensilado (Amaranthus hypochondriacus) como alimento para ovinos. Archivos Latinoamericanos de Nutrición. Boletín Nro. 2: 6-7.
3. Bressani, R. 1986. Las proteínas del grano de amaranto. Archivos Latinoamericanos de Nutrición. Boletín Nro. 1: 14.
4. Bressani, R. 1986. The proteins of grain amaranth. Food Reviews International 5: 13-38.
5. Coons, M.P. 1987. Flora of Ecuador. Amaranthaceae. Flora del Ecuador Nro. 28: 3-96
6. Delascio Chitty, F. 1985. Algunas plantas usadas en la medicina empírica venezolana. Dirección de Investigaciones Biológicas. División de Vegetación. INPARQUES, Caracas.
7. Duke, J. 1961. Flora of Panamá. Part IV. Fascicle 4. Amaranthaceae. Annals of the Missouri Botanical Garden 48: 6-50.
8. FUSAGRI. 1985. Amaranto, un cultivo promisor. Noticias Agrícolas Vol. X-33: 129-130.
9. Gupta, V.K., I. Kermdi y D.N. Ngugi. 1984. El amaranto, un nuevo cultivo para Kenya. Archivos Latinoamericanos de Nutrición. Boletín Nro. 2: 3-4.
10. Kaufman, C. S. 1992. Realizing the potential of grain amaranth. Food Reviews International 8: 6-15.
11. Matteucci, S.D. 1987. The vegetation of Falcón State, Venezuela. Vegetation 70: 67-91.
12. Matteucci, S.D. y A. Colma. 1986. Caracterización climática del Estado Falcón. Acta Científica Venezolana 37: 63-71.
13. Matteucci, S.D. y A. Colma. 1988. Arid land ecosystems of Falcon State, Venezuela. Their natural resources and land uses. p. 1103-1119. En: Proceedings of the International Arid Lands Research and Development Conference; Arid Lands, today and tomarrow, Westview Press, Boulder, Colorado.
14. Matteucci, S.D. y A. Colma. 1997. Agricultura sostenible y ecosistemas áridos y semiáridos de Venezuela. Interciencia 22: 123-130.
15. Matteucci, S.D., A. Colma y L. Pla. 1985. Multiple purposes land mapping and resources inventory. Environmental Management 9(3): 231-242.
16. Mott, G.O. y C.A. Jiménez. 1979. Manual para la colección, preservación y caracterización de recursos forrajeros tropicales. Serie 05SG-1. Junio, 1979. CIAT, Colombia. Pp: 37-49.
17. National Research Council. 1984. Amaranth: Modern prospects for an ancient crops. National Academy of Sciences, Washington D.C.
18. Pittier, H. 1926. Manual de las plantas usuales de Venezuela. Editorial Elite, Caracas.
19. Prakash, D. y M. Pal. 1989. Componentes nutricionales y antinutricionales de las hojas de amaranto. Archivos Latinoamericanos de Nutrición. Boletín Nro. 4: 8-13.
20. Rodríguez, E. 1987. Aclimatación y observación del amaranto A. hypochondriacus en los municipios de Tuxtla Chico y Huchuetan, Chiapas, México. Archivos Latinoamericanos de Nutrición. Boletín Nro. 4: 5-6.
21. Sauer, J.D. 1967. The grain amarnth and their relatives: a revised taxonomic and geographic survey. Annals of the Missouri Botanical Garden 54: 103-137.
22. Schultze-Kraft, R. 1988. Caracterización y evaluación preliminar de germoplasma de plantas forrajeras. I Taller de trabajo de REFCOSUR (Red de evaluación de forrajeras del cono sur), Porto Alegre, Brasil. 20 pp.
23. Semenas, G. 1985. Investigaciones sobre el amaranto en Venezuela. Archivos Latinoamericanos de Nutrición. Boletín Nro. 1: 2.
24. Semenas, G. 1986. Amaranto, un cultivo promisor. Machete, Agro-Cría-Pesca Nro. 7: 21.
25. Semenas, G. 1987a. Amarantos graníferos. Machete, Agro-Cría-Pesca Nro. 14: 23.
26. Semenas, G. 1987b. Amaranto, un cultivo promisor. Machete, Agro-Cría-Pesca Nro. 13: 22.
27. Spillari, M., A. García y R. Bressani. 1989. Cambios químicos, bioquímicos y nutricionales de las hojas de amaranto (Amaranthus spp.) durante diferentes etapas de su desarrollo fisiológico. Archivos Latino-americanos de Nutrición. Boletín Nro. 4: 5-8.
28. Teutónico, R.A. y D. Knorr. 1986. Efecto de los factores ambientales en el contenido de nutrientes y antinutrientes de vegetales foliares seleccionados. Archivos Latinoamericanos de Nutrición. Boletín Nro. 1: 1-4.
29. Troiani, R., N. Reinaudi y T. Sánchez. 1989. Calidad nutricional de rebrotes y distintas alturas de Amaranthus mantegazzianus Pass. cv. don Juan y Amaranthus cruentus L. cv. Don Guien. Archivos Latinoamericanos de Nutrición. Boletín Nro. 4: 16-18.
30. Vityakon, P. 1986. Efecto de los factores ambientales en el contenido de nutrientes y antinutrientes de vegetales foliares seleccionados. Archivos Latinoamericanos de Nutrición. Boletín Nro. 4: 5-6.