Rev. Fac. Agron. (LUZ). 1999, 16: 398-413
Influencia del número y disposición de plantas por hilera sobre el
crecimiento y producción de tomate bajo siembra directa y por transplante
Effect of number and row plants arrangements on growth and production of
tomato directly seeded and transplanted
Recibido el 22-07-1998 l Aceptado
el 26-04-1999
Instituto de Investigaciones Agropecuarias (I.I.A.P.) Universidad de Los Andes,
Apdo 77 (La Hechicera). Mérida, Código Postal 5101, Venezuela. 1998.
B. Añez y C. Figueredo
Resumen
El trabajo se realizó durante tres años en un suelo Cambortid
típico, franco-arcilloso, de la Estación Experimental del IIAP-ULA., en San Juan de
Lagunillas, Mérida, Venezuela, con el objetivo de medir el efecto producido por el
número y disposición de las plantas por hilera sobre el crecimiento, desarrollo y
producción del tomate (Lycopersicon esculentum Mill. cv. Río Grande), sembrado
directamente y por transplante. Se probaron tres distancias dentro de las hileras
"D" (0,2; 0,4 y 0,6 m), tres números de plantas por sitio de siembra
"N" (1,0; 2,0 y 3,0) y dos sistemas de siembra "S" (directa y
semillero - transplante) en dos ensayos en arreglo factorial completo en bloques al azar
con tres y cuatro repeticiones, respectivamente. Además, en dos parcelas de 270 m2 cada
una, se evaluó la producción del cultivo bajo los dos sistemas de siembra usados. Al
momento del transplante 30 días después de la siembra (DDS), la altura total (AT) fue
superior en las plántulas establecidas en semillero (S2) mientras que el
diámetro del tallo (DT) y el número de hojas (NH), fueron mayores en las de siembra
directa (S1). La floración completa, el DT y el número total de ramas por
planta (NR) fueron significativamente superiores en S1. La AT no fue afectada
por los tratamientos. La altura desde el suelo hasta la primera rama lateral (SPRL) fue
mayor en S2. La altura SPRL aumentó y el NR disminuyó con el incremento de N.
Los rendimientos fueron siempre superiores en las plantas establecidas mediante el sistema
S2 y disminuyeron con los aumentos de D y de N. El ciclo vital del tomate
disminuyó 13 días en el sistema de siembra directa.
Palabras clave: Lycopersicon esculentum, sistemas de siembra, densidades de
población, crecimiento, producción.
Abstract
This study was carried out during three years on a Typical Cambortid
clay-loam soil at San Juan de Lagunillas, Mérida, Venezuela, with the objective of
measuring the effect of plant number and row arrangements on growth and production of
direct seeded and transplanted tomatoes (Lycopersicon esculentum Mill. cv. Río
Grande). We tested three intrarow plant spacings "D" (0.2, 0.4 and 0.6 m), three
number of plant per site of sowing "N" (1.0, 2.0 and 3.0), and two sowing system
"S" (direct seeded and transplanted) in two complete factorial arrangements of
treatments in randomized blocks designs with three and four replications, respectively.
Moreover, in two plots of 270 m2 each, we evaluated the tomato production under
the two sowing systems used. At transplant time, 30 days after sowing (DAS), total height
(TH) was higher in the seedlings (S2), meantime stem diameter (SD) and the
number of leaves (NL) were higher in plants directly seeded (S1). At full
blossom SD and the number of branches (NB) were significantly higher in S1, TH
was not affected by the treatments and the height from the soil to the first lateral
branch (SFLB) was higher in S2. The height SFLB increased and the NB decreased
with the increment of N. Fruit yields always were higher in S2 and decreased
with the increments of D and N. The life cycle of tomato plants decreased 13 days under
direct seeding system.
Key words: Lycopersicon esculentum, direct seeded, transplanted, population
densities, growth, production.
Introducción
Universalmente, la forma tradicional de iniciar el cultivo de tomate ha
sido por transplante al campo definitivo, de plántulas producidas en semillero, de uno a
dos meses de edad. Este método está todavía generalizado y es fundamental donde, por
condiciones estacionales, el tiempo de crecimiento es insuficiente para el cultivo. La
tendencia más reciente es sembrar las semillas directamente en el campo. Tal práctica
requiere de cuidados especiales en la preparación del suelo y el control de las malas
hierbas después de la emergencia de las plántulas, pero es más económico y permite a
la planta desarrollar un sistema radical, sin los daños que eventualmente se producen
durante el transplante (16).
Parece haber una relación estrecha entre el mejoramiento de la
producción de tomate y la sincronización de las condiciones ambientales y de producción
actuales, con las condiciones bajo las cuales evolucionó el cultivo. En California
(EE.UU.), los rendimientos han aumentado sostenidamente en la medida en que las prácticas
de manejo empleadas, se han hecho más semejantes a las condiciones a las cuales ha sido
expuesto el tomate en su hábitat de origen (región occidental de Suramérica). El
mejoramiento ha sido posible gracias a las similitudes genéticas entre las especies
domésticas y silvestres del cultivo.
Es interesante anotar que, en California a medida que los cambios en
las prácticas agronómicas se han ido acercando al patrón de desarrollo de las plantas
silvestres, los rendimientos han aumentado consistentemente. A inicios de los 50, los
rendimientos eran de alrededor de 30 Mg.ha-1, y actualmente promedian 55 Mg.ha-1.
Por muchos años se usó en California el sistema almácigo-transplante. Sin embargo,
deseando mejores poblaciones y siembras más tempranas, a mediados de los 50 hubo un
incremento en la siembra directa con espacios relativamente amplios entre las plantas
dentro de las hileras. Con el advenimiento de máquinas cosechadoras, la presión por más
altas poblaciones se acentuó y las siembras fueron hechas en espacios más estrechos,
haciendo que las plantas crecieran realmente en grupos, muy similar a la situación que
podría esperarse bajo su evolución normal, en su sitio de origen, donde el `saco' entero
de tomate (producto del ataque al fruto de la mosca peruana del tomate Rhagoletis
lycopersella), caía al suelo sin dispersar completamente las semillas (18).
En términos generales, a la siembra directa de tomate, se le han
señalado algunas ventajas y desventajas (12).
Ventajas:
Menor costo de establecimiento. Al evitarse la preparación de
almácigos y el transplante, se hace menor uso de mano de obra. Sin incluir la cosecha, se
ha determinado que los costos operativos son 145,08 dólares americanos/ha menos que con
el sistema almácigo-transplante.
Mayor sanidad y vigor de las plantas al disminuir los riesgos de las
enfermedades propias de los almácigos (damping off) y de aquellas que se transmiten
durante el transplante (cancrosis bacteriana, virosis, etc.).
Producciones más altas, sanas y precoces.
La obtención a bajo costo de altos niveles de poblaciones de plantas.
Mayor precisión en la realización de las prácticas agronómicas
complementarias (fertilización, tratamientos fitosanitarios, etc.)
Facilidad para la moto-mecanización del cultivo.
Desventajas:
Exige buenas características texturales y estructurales de suelo y
preparación adecuada del mismo para efectuar la siembra (nivelación), restringiendo las
áreas aprovechables de la finca al desecharse aquellas muy infestadas de malezas, las de
pendientes muy pronunciadas, pedregosas, etc.
Requiere provisión suficiente de agua para cumplir las exigencias de
los riegos programados.
Los vientos fuertes, cálidos y secos ocasionan voladura del suelo,
muerte por deshidratación de las semillas en germinación y de plántulas recién
emergidas.
La ocurrencia de las lluvias durante la germinación y emergencia de
las plántulas, provoca compactación y erosión de las camas de siembra (12).
El establecimiento es una etapa crítica en la producción de tomate de
siembra directa porque tanto el porcentaje total de emergencia como la uniformidad de las
plántulas emergidas influyen en el manejo y el posterior rendimiento económico del
cultivo.
El sostenido aumento en los costos de la semilla híbrida hace del
establecimiento exitoso una tarea más crítica aún (3).
En Venezuela, casi todo el tomate que se produce se establece mediante
el sistema almácigo-transplante; sin embargo, desde la década de los 80, se han
realizado investigaciones y experimentos comerciales sembrando directamente tomate para la
industria. Además de los ya anotados, vale la pena destacar como beneficio adicional, la
orientación a los productores para que las variedades empleadas para uso industrial sean
poco apetecibles para el mercado de consumo fresco y como inconvenientes, el uso
tradicional de nuestros productores del sistema semillero-transplante unido al costo
sumamente elevado de la maquinaria e implementos agrícolas en el país (2, 11, 15).
Bryan y Stofella, (4) indicaron que las plantas de tomate (Lycopersicon-sculentum Mill.) y pimentón (Capsicum annuum L.) establecidas por transplante maduraron más
temprano y rindieron más que aquellas sembradas directamente, cuando fueron cultivadas
bajo condiciones de estrés ambiental. Sin embargo, bajo mejores condiciones, los
rendimientos fueron similares o superiores con la siembra directa.
Las plantas de tomate establecidas por transplante, tuvieron
rendimiento mayor y más temprano que las sembradas directamente. En ambos sistemas, las
plantas distribuyeron cerca del 72% de la masa total de raíces en los primeros 10 cm del
suelo (14).
La siembra directa del pimentón, puede dar origen a poblaciones de
plantas de crecimiento lento, irregular y/o reducido, cuando existen temperaturas extremas
(altas o bajas), deficiencia de agua, lluvias fuertes o la presencia de plagas y
enfermedades del suelo, en el lapso desde la siembra hasta poco después de la emergencia.
Las plantas establecidas por transplante fueron más uniformes,
pudieron tolerar o escapar a agotamientos ambientales o biológicos tempranos y alcanzar
la madurez más rápido que las obtenidas por siembra directa.
Las plantas de siembra directa desarrollaron una fuerte raíz
principal; mientras que, las de transplante pueden poseer un sistema radical distintivo,
causado por modificaciones tempranas de la raíz pivotante y la subsecuente producción de
raíces laterales y basales. La morfología y desarrollo temprano de la raíz pueden
afectar en última instancia el desarrollo de tallos y frutos y consecuentemente la
producción del cultivo.
En la siembra directa, las plantas mantuvieron un mejor balance en la
distribución de la materia seca entre la raíz, tallo, hojas y frutos que en las de
transplante. Estas últimas, distribuyeron mayor cantidad de materia seca hacia los
tallos, hojas y frutos por unidad de crecimiento radical.
En todas las estaciones del año, las plantas transplantadas exhibieron
rendimientos tempranos y totales superiores a las plantas sembradas directamente (13).
Los estudios de población en tomate han demostrado que un aumento en
la densidad de población a menudo resulta en un incremento de los rendimientos tempranos
y totales de frutos comerciales. También que, con el aumento de la presión poblacional,
el número de frutos por planta, el tamaño de los frutos comerciales y el número de
racimos florales por planta disminuyen (10).
El tomate es conocido como una de las especies de hortalizas que en
términos de producción, responde adecuadamente a la utilización intensiva de insumos y
mano de obra. Los productores que usan alta tecnología obtienen hasta 10 kg de frutos por
planta. Las altas densidades (41.667 plantas/ha), sin aplicación de poda, afectaron
significativa, positiva e independientemente la producción comercial de frutos (9).
Davis y Estes (8) reportaron que los costos de producción, el tiempo
de cosecha y el tamaño de los frutos de tomate pueden ser manipulados por prácticas como
las podas y la variación de las distancias entre plantas dentro de las hileras. Si se
desean altos rendimientos tempranos de calidad superior (extralargos), las plantas
deberían estar estrechamente espaciadas (£ 46 cm) y podadas
temprano. Si la suplencia de mano de obra es escasa y se opta por eliminar la poda, las
plantas deben ser espaciadas alrededor de 76 cm dentro de las hileras y obtener así,
altos rendimientos de frutos pequeños.
Para la producción de tomate de mesa, Csicinsky et al., (7)
señalaron que, la escogencia del sistema de riego, la fuente de fertilizantes y las
distancias dentro de las hileras dependerá de las condiciones económicas de cada
productor.
Cokshull y Ho (6) consiguieron que los rendimientos temprano y total de
las plantas de tomate cultivadas a altas densidades, fueron de 8 a 15% superiores a
aquellos obtenidos con bajas densidades de plantas. El peso medio de los frutos Clase 1
(grado E) fue mayor a altas densidades, mientras que el de los frutos grandes (grado C)
fue menor.
Los objetivos de este estudio fueron: medir el efecto que el número y
disposición de las plantas en las hileras produce sobre el crecimiento, desarrollo y
producción del tomate y determinar las ventajas y desventajas de la siembra directa vis a
vis con el sistema semillero-transplante de uso común en la zona.
Materiales y métodos
Las labores de campo se realizaron durante tres años en la estación
experimental del IIAP-ULA., en San Juan de Lagunillas, estado Mérida, Venezuela (08o 31' N, 71 21' W), altitud 1104 msnm, precipitación promedio de 500 mm anuales,
temperatura media anual de 22°C. Enclavada en un área descrita como de clima Bswh; zona
de vida Bosque seco premontano sub-tropical; vegetación hortícola bajo riego; suelo
Cambortid típico, franco fino micáceo isohipertérmico.
A una muestra compuesta del mismo (0-0,20 m) se le hizo análisis de
rutina en el laboratorio (cuadro 1).
El trabajo de campo se inició con un ensayo, en el cual se usó como
diseño experimental un arreglo factorial completo 3 × 3 × 2, tres factores (distancia
entre plantas dentro de las hileras "D", número de plantas por sitio de siembra
"N" y sistemas de siembra "S"), a tres (0,2; 0,4 y 0,6 m), a tres
(1,0; 2,0; y 3,0) y a dos (directa y semillero-transplante) ocurrencias, respectivamente,
en bloques al azar con tres repeticiones y los 18 tratamientos que conforman las
combinaciones siguientes: S1D1N1, S1D1N2,
S1D1N3, S1D2N1, S1D2N2,
S1D2N3, S1D3N1, S1D3N2,
S1D3N3, S2D1N1, S2D1N2,
S2D1N3, S2D2N1, S2D2N2,
S2D2N3, S2D3N1, S2D3N2 y S2D3N3.
El estudio se continuó con un segundo ensayo que es una variante del
primero. Se usó una sola distancia entre plantas (0,4 m) de manera tal que el diseño se
transformó en un arreglo factorial completo 2 × 3, dos factores (sistemas de siembra y
número de plantas por sitio de siembra) con dos y tres ocurrencias, respectivamente, en
bloques al azar y se aumentó a cuatro el número de repeticiones. Los seis tratamientos
resultantes fueron: S1N1, S1N2, S1N3,
S2N1, S2N2 y S2N3.
En los dos primeros ensayos, las unidades experimentales estuvieron
formadas por parcelas de cinco hileras de 3,6 m de largo cada una, espaciadas 1,0 m entre
las hileras. Las mediciones de las plantas y de las cosechas se hicieron en seis plantas o
sitios de producción de las hileras centrales de cada tratamiento.
El trabajo de campo se finalizó con el establecimiento de dos parcelas
de 270 m2 cada una (seis hileras de 30 m de largo, espaciadas 1,5 m × 0,5 m,
con dos plantas por sitio de siembra), para evaluar a niveles semi-comerciales la
producción de tomate en ambos sistemas de siembra. Los datos de las plantas y de las
cosechas fueron tomados en las parcelas completas.
En todo el estudio se usó la variedad Río Grande. En el sistema
semillero-transplante, las plántulas se llevaron al campo un mes después de la siembra.
Tres días antes de la siembra o transplante se fertilizó con materia orgánica
(estiércol de chivo) a razón de 10 Mg.ha-1 más abono químico, en dosis de
670 kg.ha-1 de la fórmula 15-15-15. La mezcla se aplicó en los surcos y se
incorporó al suelo con rastrillo.
Tanto la siembra directa como el transplante se realizaron manualmente.
De forma muy cuidadosa se suministró el agua de riego en las etapas de germinación,
emergencia y establecimiento de las plantas en el campo, sobre todo en aquellas sembradas
directamente a las cuales, al principio, se regó dos veces al día. Las desyerbas se
hicieron con escardilla y éstas, junto con las aplicaciones de insecticidas y fungicidas,
se realizaron cuando hubo necesidad de ello.
Cuadro 1. Análisis de suelo del sitio del estudio.
Clase |
pH |
C.O. |
N Total |
P Olsen |
K Aprov. |
Mg Aprov. |
Textural |
1:2 |
% |
% |
(p.p.m.) |
(Meq/100g) |
(Meq/100g) |
FA |
7,25 |
1,23 |
0,118 |
6 |
0,36 |
1,89 |
Las variables medidas en el primer ensayo fueron el rendimiento de
frutos; y en el segundo, altura, diámetro a nivel del cuello de la raíz y número de
hojas por plántula a la fecha de transplante, altura total (desde el nivel del suelo
hasta la última yema terminal - SUYT-) y desde el nivel del suelo hasta la primera rama
lateral (SPRL), diámetro del tallo a nivel del suelo y número de ramas por planta a la
floración completa, de las parcelas experimentales. Además de las señaladas para el
segundo ensayo, se registró el número de frutos por planta y por cosecha.
El rendimiento en Mg.ha-1, las alturas y diámetros de las
plantas a la floración en cm fueron analizadas estadísticamente en sus valores
originales, en tanto que, el número de ramas por planta fue analizado usando la
transformación X+0,5, para evitar que las medias y las variancias tendieran a ser
iguales y siguieran la distribución de Poisson (17).
Resultados y discusión
Las cinco cosechas del primer ensayo se iniciaron 86 días después de
la siembra y 56 días después del transplante. Las cosechas se realizaron semanalmente.
Los rendimientos totales de frutos fueron influidos significativamente
por los tratamientos (cuadro 2).
La significancia de la interacción S × D, implica que las diferencias
entre las respuestas de los rendimientos totales de tomate en Mg.ha-1 a los dos
sistemas de siembra empleados (S1 y S2), variaron con cada distancia
entre plantas (D), cuando las respuestas fueron medidas considerando el número de plantas
por sitio de siembra (N) como un promedio. En términos reales, se comprobó que bajo las
condiciones del estudio, siempre rindieron más las parcelas sembradas mediante el sistema
semillero-transplante (S2).
La ecuación de regresión, permitió determinar la variación
provocada en los rendimientos de las plantaciones realizadas por medio del sistema
semillero-transplante (S2), por cada unidad de cambio ocurrida en las
distancias entre plantas "D" (figura 1).
La evaluación de la interacción D x N, indicó que las diferencias en
las respuestas de los rendimientos totales de tomate obtenidas con cada uno de los
números de plantas por sitio de producción (N1, N2 y N3)
usados, bajo las condiciones ecológicas y de manejo concurrentes durante esta parte del
estudio, variaron con las distancias entre plantas (D), cuando dichas respuestas fueron
medidas como un promedio de los sistemas de siembra (S) usados. Se consiguió que los
rendimientos totales de frutos en Mg.ha-1 , fueron superiores cuando se
utilizó el menor número de plantas por sitio de siembra (N1 y N2),
en ese orden. Por tal razón, se calcularon las ecuaciones DN1 (cuadrática) y
DN2 (lineal) y se fijaron sus curvas (figura 2).
Cuadro 2. Análisis de variancia de los rendimientos totales de
frutos en Mg.ha-1 de las plantas de tomate bajo densidades de población y
sistemas de siembra empleados.
Fuentes de Variación |
Suma de Cuadrados |
F. Calculada |
Bloques |
160,7578 |
1,2465 |
Tratamientos |
6314,4827 |
5,76** |
Sist. de Siembra (s) |
868,9672 |
13,4753** |
Dist. entre Plant. (D) |
2735,5756 |
21,2106** |
No. de Plant/H. (N) |
519,4958 |
4,0280* |
S × D |
851,6063 |
6,5983** |
S × DL |
786,4285 |
12,1953** |
S × DC |
65,1778 |
1,0107ns |
S × N |
68,4591 |
0,5308ns |
D × N |
711,3317 |
2,7577* |
DL × N |
546,3193 |
4,2359* |
DC × N |
165,0124 |
1,2794ns |
S × D × N |
559,0470 |
2,1673ns |
Error |
2192,5278 |
|
Total |
8667,7683 |
|
Y = 19,6963 Mg.ha-1. *Significativa (P<0,05). CV =
40,7707%. **Altamente significativa (<0,01). ns. No significativa.
En el segundo ensayo se registraron a la fecha del transplante (30
DDS), los valores señalados en el cuadro 3.
El análisis de variancia de las variables medidas a la floración
completa de las plantas de tomate 54 DDS para S1 y 67 DDS para S2 mostró diferencias significativas entre los tratamientos, al igual que para la altura
promedio desde el suelo hasta la primera rama lateral (SPRL), el diámetro promedio a
nivel del suelo y el número promedio de ramas por planta. En tanto que la altura total
promedio desde el suelo hasta la última yema terminal (SUYT), no fue afectada por los
sistemas de siembra ni por el número de plantas por sitio de siembra usados.
Los sistemas de siembra y el número de plantas por punto de
producción influyeron significativa e independientemente la altura SPRL de las plantas de
tomate a la floración. Su evaluación se presenta a continuación.
La variación de las alturas SPRL por efecto de los diferentes números
de plantas por sitio de siembra se expresa mediante la figura 3.
Figura 1. Rendimiento en Mg.ha-1 de plantas de tomate
establecidas mediante el sistema semillero-transplante bajo diferentes distancias entre
plantas
Figura 2. Rendimiento en Mg.ha-1 de plantas de tomate
bajo diferentes distancias entre plantas y distinto número de plantas por sitio de
producción.
Cuadro 3. Altura, diámetro y número de hojas promedio de las
plántulas de tomate bajo siembra directa utilizando diferente número de plantas por
punto de siembra (S1) y semillero-transplante (S2), a la fecha del
transplante.
Tratamientos |
Altura en cm |
Diametro en cm |
Número de hojas |
S1N1 |
11,41 |
0,63 |
6,00 |
S1N2 |
11,91 |
0,57 |
5,96 |
S1N3 |
11,89 |
0,53 |
5,96 |
S2 |
27,66 |
0,42 |
4,25 |
De los tratamientos aplicados sólo los sistemas de siembra afectaron
significativamente los diámetros de las plantas de tomate a la floración (cuadro 5).
Los sistemas de siembra y el número de plantas por sitio de
producción modificaron significativa e independientemente el número promedio de ramas
por planta de tomate a la floración. Su evaluación es la siguiente:
La variación del número de ramas/planta, producida por los diferentes
números de plantas por sitio de siembra se representa en la figura 4.
Figura 3. Altura desde el suelo hasta la primera rama lateral (SPRL)
de plantas de tomate bajo diferentes número de plantas por sitio de producción.
Figura 4. Número de ramas por planta transformado en valores x +
0,5 bajo diferentes número de plantas por sitio de producción.
En las parcelas semicomerciales, se registraron los datos que a
continuación se detallan:
Las cosechas, en número de cinco, se iniciaron el 14-08-96; 85 DDS y
continuaron semanalmente hasta el 12-09-96. Los pormenores se presentan en los cuadros 8 y
9.
El número de plantas que llegó a la cosecha fue el 74,44 y 87,64%
para las siembras directa y por transplante, respectivamente.
En ambos sistemas de siembra tanto la producción por planta (No. de
frutos) como el patrón de distribución porcentual de la producción por cosecha fue casi
similar. En efecto, el 73,2518% y 72,1203% de la producción de frutos para los sistemas
de siembra directa y por transplante, respectivamente, fueron obtenidas de las cosechas 2;
3 y 4, efectuadas entre los 94 y los 108 DDS (cuadro 9).
Al momento del transplante, 30 días después de la siembra (DDS), la
altura promedio de las plántulas provenientes del semillero S2 (27,66 cm), fue
superior al promedio de aquellas sembradas directamente en el campo S1 (11,74
cm), mientras que el diámetro del tallo a nivel del cuello de la raíz y el número de
hojas por plántula, cuyos valores promedios fueron 0,58 cm y 5,97 respectivamente para S1.
Los cuales son considerados más altos que los obtenidos mediante el sistema S2,
0,42 cm y 4,25 hojas por plántula.
La floración completa fue alcanzada 13 días más temprano con el
sistema de siembra directa (S1) que con el de almácigo-transplante (S2),
concordando con Burgmans y Bussell (5) en Nueva Zelanda, con FUSAGRI (11), Arenas et al.
(2) y Moreno et al. (15) en Venezuela y con I.N.T.A. (12) en Argentina y contradiciendo
los resultados de Leskovar y Cantliffe (13) y de Leskovar y Cantliffe (14) obtenidos en
EE.UU con pimentón y tomate de mesa, respectivamente.
En ese estadio de desarrollo, cuadros 4, 5 y 6, se detectaron
diferencias significativas a favor de S1 en las variables: diámetro del tallo
a nivel del suelo y número total de ramas por planta. La altura total (SUYT) no fue
afectada por los tratamientos. En tanto que, la altura desde el suelo hasta la primera
rama lateral (SPRL) fue significativamente superior con el sistema semillero-transplante
(S2). Esa altura, según Añez y Figueredo (1) "puede ser muy importante
en variedades susceptibles a enfermedades causadas por patógenos del suelo, los cuales,
pueden diseminarse al salpicar el agua de lluvia hacia las ramas o por el contacto de
éstas con el suelo húmedo. De modo que, mientras mayor sea la distancia entre el suelo y
la primera rama lateral de la planta, menor será la probabilidad de contaminación".
Las variables señaladas, tuvieron un comportamiento similar al ya
descrito, en las parcelas semicomerciales del estudio (cuadro 7).
La altura SPRL y el número total de ramas por planta fueron también
afectadas significativamente por el número de plantas por sitio de siembra,
produciéndose aumentos y disminuciones lineales de la altura SPRL y del número de ramas
por planta, respectivamente, con el incremento del número de plantas por sitio de siembra
(figuras. 3 y 4).
Cuadro 4. Valores medios de las alturas SPRL en cm de plantas de
tomate bajo dos sistemas de siembra; directa (S1) y semillero-transplante (S2).
|
Tratamientos |
|
S1 |
S2 |
Medias |
4,4442b |
8,8525a |
Medias seguidas por la misma letra, no son significativamente
diferentes al nivel del 1% de acuerdo con la nueva prueba de rangos múltiples de Duncan.
Cuadro 5. Valores medios en cm de los diámetros a nivel del suelo
de las plantas de tomate bajo dos sistemas, directa (S1) y
semillero-transplante (S2).
|
Tratamientos |
|
S1 |
S2 |
Medias |
1,0625a |
0,3425b |
Medias seguidas por la misma letra, no son significativamente
diferentes al nivel del 1% de acuerdo con la nueva prueba de rangos múltiples de Duncan.
Cuadro 6. Valores medios del número de ramas/planta de tomate
transformados en valores x + 0,5, bajo dos sistemas de siembra, directa (S1) y
semillero-transplante (S2).
|
Tratamientos |
|
S1 |
S2 |
Medias |
2,6084a |
2,4285b |
a, b: Medias seguidas de la misma letra, no son significativamente
diferentes al nivel del 1% de acuerdo con la nueva prueba de rangos múltiples de Duncan.
Rendimiento y producción: Bajo las condiciones del presente estudio
siempre rindieron más las plantas de tomate establecidas mediante el sistema
semillero-transplante (S2) al obtenerse un promedio de 23,71 Mg.ha-1 versus 15,68 Mg.ha-1 logradas por el sistema de siembra directa (S1),
contradiciendo los resultados alcanzados por FUSAGRI (11), Arenas et al. (2), Moreno et
al. (15) e I.N.T.A. (12) y en un todo de acuerdo con los de Leskovar y Cantliffe (14) en
tomate de mesa y Leskovar y Cantliffe (13) y Bryan y Stofella (4) en pimentón.
En las parcelas semicomerciales los rendimientos fueron también
superiores con el sistema S2 (10,87 Mg.ha-1) al compararlo con el
sistema S1 (7,98 Mg.ha-1). La diferencia de rendimientos se debió
al mayor número de plantas cosechadas en el sistema almácigo-transplante (631), contra
las 536 del sistema de siembra directa. Esto se infiere, porque la producción de frutos
por planta fue similar en ambos sistemas de siembra (cuadros 8 y 9).
Los bajos rendimientos en esta etapa del estudio, se debieron a un
ataque muy severo del gusano perforador del fruto de tomate Neoleucinodes elegantalis.
Cuadro 7. Valores medios de altura total (SUYT), SPRL, diámetro del
tallo a nivel del suelo (D) y número total de ramas (NR) de las plantas de tomate a
floración completa, bajo dos sistemas de siembra.
Siembra Directa |
Semillero - Transplante |
Altura en cm |
D |
NR |
Altura en cm |
D |
NR |
SUYT |
SPRL |
cm |
- - |
SUYT |
SPRL |
cm |
- - |
60,25 |
2,89 |
1,206 |
19,50 |
62,80 |
6,05 |
1,031 |
17,30 |
Los rendimientos totales de frutos de tomate disminuyeron linealmente
con los aumentos de las distancias entre plantas dentro de las hileras. (figura. 1).
Concordando con Frost y Kretchman (10) y con Cockshull y Ho (6). Por otra parte, los
rendimientos totales de frutos fueron más altos con la disminución del número de
plantas por sitio de siembra, obteniéndose 23,96; 18,46 y 16,67 Mg.ha-1, para
1; 2 y 3 plantas por sitio de producción, respectivamente.
Cuadro 8. Plantas cosechadas (PC), número de frutos (NF) y peso de
frutos (PF) por cosecha en dos sistemas de siembra en tomate.
Cosecha No |
Siembra Directa |
Semillero - Transplante |
|
P.C. Nº |
N.F. |
P.F. (kg) |
P.C. No |
N.F. |
P.F. (kg) |
1 |
536 |
617 |
28,091 |
631 |
717 |
33,650 |
2 |
536 |
1787 |
67,900 |
631 |
1871 |
85,500 |
3 |
536 |
1314 |
49,820 |
631 |
1816 |
81,105 |
4 |
536 |
1152 |
40,850 |
631 |
1184 |
49,500 |
5 |
536 |
936 |
28,750 |
631 |
1166 |
43,850 |
Total |
536 |
5806 |
215,410 |
631 |
6754 |
293,605 |
Cuadro 9. Producción de número de frutos por cosecha (%) y número
de frutos por planta (frutos/planta) en dos sistemas de siembra en tomate.
Cosecha No |
Siembra Directa |
Semillero - Transplante |
|
Producción |
Producción |
|
% |
F/p |
% |
F/p |
1 |
10,6269 |
1,1511 |
10,6159 |
1,1363 |
2 |
30,7785 |
3,3340 |
27,7021 |
2,9651 |
3 |
22,6318 |
2,4515 |
26,8878 |
2,8780 |
4 |
19,8415 |
2,1493 |
17,5304 |
1,8764 |
5 |
16,1213 |
1,7463 |
17,2638 |
1,8479 |
Total |
100,oo |
10,8322 |
100,oo |
10,7037 |
Conclusiones
A la fecha del transplante, 30 días despúes de la siembra, la altura
total fue mayor en las plántulas establecidas en semillero, mientras que el diámetro del
tallo y el número de hojas fueron superiores en las plántulas sembradas directamente en
el campo.
A la floración completa, las variables diámetro del tallo y número
total de ramas por planta fueron mayores en las plantas sembradas directamente. La altura
total no fue afectada por los tratamientos, en tanto que la altura desde el suelo hasta la
primera rama lateral (SPRL) fue superior en las plantas establecidas mediante el sistema
semillero-transplante.
La altura SPRL aumentó y el número de ramas por planta disminuyó,
con el incremento del número de plantas por sitio de siembra.
Los rendimientos fueron siempre superiores en las plantas establecidas
por el sistema almácigo-transplante.
Los rendimientos totales de frutos disminuyeron con los aumentos de las
distancias entre plantas y del número de plantas por sitio de siembra.
El ciclo vital del tomate disminuyó 13 días cuando las plantas fueron
establecidas directamente en el campo al ser comparadas con las de transplante.
Literatura citada
1. Añez, B., y C. Figueredo. 1994. Crecimiento y producción de ají
dulce en respuesta a diferentes distancias entre hileras y dosis de nitrógeno. Revista de
la Facultad de Agronomía (LUZ), 11 (2): 113-125.
2. Arenas, M., A. Flores, R. Mejías y M. Díaz. 1985. Evaluación del
sistema de siembra directa mediante el uso de la sembradora de precisión Stanhag 5870
utilizando semilla peletizada de tomate (Lycopersicon esculentum Mill). III
Seminario Nacional de Hortalizas. Maracaibo. 5-7 de Junio. Mimeografiado. 11 p.
3. Argerich, C. A., K. J. Bradford and F. M. Ashton. 1990. Influence of
seed vigor and preplant herbicides on emergence, growth and yield of tomato. HortScience,
25 (3): 288-291.
4. Bryan, H. H. and P. J. Stofella. 1988. Planting methods to improve
stand establishment, uniformity, and earliness to flower in bell pepper. Journal of the
American Society for Horticultural Science, 113 (3): 331-335.
5. Burgmans, J. L. and W. T. Bussell. 1983. Cultivar testing for direct
seeded pulp and paste process tomatoes in Hawke's Bay. New Zealand Journal of Experimental
Agriculture, 11: 257-263.
6. Cockshull, K. E., and L. C. Ho. 1995. Regulation of tomato fruit
size by plant density and truss-thinning. Journal of Horticultural Science, 70 (3):
395-407.
7. Csinsky, A. A., C. D. Stanley and A. J. Overman. 1986. Response of
two tomato cultivars to irrigation systems, fertilizer sources and plant spacings for
three consecutive seasons. Soil and Crop Science Society of Florida Proceedings, 46: 1-4.
8. Davis, J. M. and E. A. Estes. 1993. Spacing and pruning effect
growth, and yield economic returns of staked freshmarket tomatoes. Journal of the American
Society for Horticultural Science, 118 (6): 719-725.
9. De A. Maschio, L. M., E. G. F. De Sousa. 1982. Adubacao basica,
nitrogenio em cobertura, espacamento e desbrota, na producao do tomateiro. Pesquisa
Agropecuaria Brasileira, Brasilia, 17 (9): 1309-1315.
10. Frost, D. J. and D. W. Kretchman. 1988. Plant spatial arrangement
and density effects on small-and medium vined processing tomatoes. Journal of American
Society for Horticultural Science, 113 (1): 51-55.
11. Fundación Servicio para el Agricultor (FUSAGRI). 1985. Siembra
directa del tomate. Noticias Agrícolas Vol. X, No. 31.
12. I.N.T.A. 1990. El cultivo del tomate para industria. Manual No. 1.
Centro Regional Cuyo. Edit. Agro de Cuyo. Rivadavia, Argentina. 120 p.
13. Leskovar, D. I. and D. J. Cantliffe. 1993. Comparison of plant
establishment method, transplant, or direct seeding on growth and yield of bell pepper.
Journal of the American Society for Horticultural Science, 118 (1): 17-22.
14. Leskovar, D. I. and D. J. Cantliffe. 1994. Transplant production
systems influence growth and yield of fresh-market tomatoes. Journal of the American
Society for Horticultural Science, 119 (4): 662-668.
15. Moreno, D., C. Peña, S. Méndez y J. Domínguez. 1989. Prueba de
siembra directa mecanizada en el cultivo del tomate (Lycopersicon esculentum Mill)
con dos (2) cultivares en la localidad de Puerta Negra del Municipio Magdaleno del estado
Aragua, Venezuela. Mimeografiado. 13 p.
16. Rick, C. M. 1978. El Tomate. Scientific American (edición
española) Investigación y Ciencia, 25: 44-55.
17. Steel, R. G. D. and J. H. Torrie. 1960. Principles and procedures
of statistics. Mc Graw-Hill Book Company, INC, New York.
18. Warnock, S. J. 1990. Tomato evolution and its implications for
tomato culture. Hort Science, 25 (2) 139-140.
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